Intervención temprana determina mejores condiciones de vida en personas con autismo

Una intervención psicoterapéutica temprana determina mejores condiciones de vida futura para una persona autista; por lo que la Secretaría de Salud (SEDESA) cuenta con la primera Clínica de Intervención de Trastornos Físicos, Sensoriales y del Neurodesarrollo, donde se atiende a niños y adolescentes hasta los 17 años de edad.

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La unidad médica ubicada en el Centro de Salud T-III Galo Soberón y Parra, en la delegación Azcapotzalco, cuenta con áreas de psiquiatría, psicología, terapia del lenguaje, física y de rehabilitación; sensorama, cámara de Gessel, arenero, masoterapia, electrofisiología y trabajo social.

Asimismo, la SEDESA habilitó un cuestionario que ayuda a las madres y padres de familia a valorar si sus hijas o hijos presentan alguna sintomatología referente a este padecimiento, el cual puede consultarse en http://www.salud.cdmx.gob.mx/

Este lunes, en el marco del Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo, es importante recordar que el Trastorno del Espectro Autista, también denominado Síndrome del Espectro Autista (SEA), es un trastorno neuropsiquiátrico que comienza en etapas tempranas del desarrollo, pues se detectan casi siempre antes de los 3 años de edad y duran toda la vida.

Afecta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, así como de sus familiares, pero al no ser una enfermedad neurodegenerativa, en condiciones adecuadas la sintomatología puede mejorar.

Esto se debe a que el individuo autista puede aprender a identificar palabras, gestos, signos, conductas o sentimientos por medio de centros neuronales alternativos que favorecen su comprensión y, por ende, su aprendizaje.

Por ello, la detección oportuna es fundamental para el pronóstico, ya que otorgar una intervención psicoterapéutica lo más temprano posible.

Los síntomas conductuales y cognitivos de las personas afectadas, parecen ser resultado de una conectividad sináptica anormal generada en alteraciones de las neuronas y en su forma de organizarse, que conduce a alteraciones en el filtrado de la información sensorial, limitando su integración y procesamiento.

En términos generales, se identifican tres tipos de afectaciones: problemas de comportamiento social y conducta, alteraciones en la comunicación verbal y no verbal, así como problemas cognitivos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños tiene autismo, 50 por ciento presenta discapacidad intelectual y por cada 5 niños con autismo hay una niña con dicho trastorno.

Aunque no hay estadísticas precisas, se estima que en México tiene una prevalencia de 3 a 6 por cada mil nacimientos.