La tasa de fertilidad cayó el 2 %, al pasar de los 60.3 nacimientos por cada 1,000 mujeres de 15 a 44 años registrados en 2017 a los 59.1 de 2018.
Este índice disminuyó tanto para las mujeres blancas no hispanas y afroamericanas, en ambos casos una caída del 2 %, como las latinas, que tuvo un descenso más pronunciado (3 %).
Sin embargo, en 2018 la tasa de fertilidad de las latinas volvió a ser la más alta (65.9), seguidas por las afroamericanas (62) y las blancas no hispanas (56.3).
La maternidad entre las adolescentes también retrocedió y la tasa de natalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años disminuyó un 7 %, al pasar de 18.8 nacimientos por cada 1,000 mujeres en 2017 a 17.4 en 2018.
La tasa de natalidad en adolescentes se redujo un 8 % entre las afroamericanas y un 8 % entre las latinas y las blancas no hispanas, indicó el NIH en un comunicado.
El estudio de los certificados de nacimiento llevó a observar que el porcentaje de embarazos que no concluyeron el total de la gestación (menos de 39 semanas) aumentó de 2017 a 2018.
Se registraron aumentos tanto entre los nacimientos prematuros (con menos de 36 semanas de gestación), al pasar del 9.93 a 10.02 %, como los nacidos entre las semanas 37 y 38, que reflejó un incremento que fue del 26.00 al 26.53 %.
Al mismo tiempo, los porcentajes de nacimientos realizados tras una gestación completa también disminuyeron (del 57.49 % en 2017 al 57.24 % en 2018).
Las tasas de nacimientos prematuros y tempranos aumentaron en los tres grupos raciales o étnicos, aunque el caso de las madres blancas no hispanas no fue significativo.
Los bebés de madres afroamericanas tuvieron más probabilidades de nacer prematuros, con un 14.13 %, comparado con el 9.09 % para blancas no hispanas y el 9.73 % para latinas en 2018.