México, modelo para combatir la diabetes: OPS

México es un modelo para la región y el mundo por sus medidas tomadas para combatir la diabetes, especialmente por la imposición del impuesto sobre las bebidas azucaradas, afirmó la Organización Panamericana de Salud (OPS).

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En su participación en la inauguración de la Reunión técnica sobre Diabetes en las Américas que se lleva a cabo en la Ciudad de México en el marco del Día Mundial de la Salud, la directora general de la OPS, Carissa Etienne, señaló que las políticas públicas mexicanas fueron replicadas en varios países.

"México es un ejemplo para este tipo de políticas y acciones que facilitan los estilos de vida saludable. Su estrategia y plan de acción para combatir la diabetes, la obesidad y el sobrepeso incluyen políticas de salud pública, mejoras en la atención médica y el uso de políticas fiscales", explicó.

Agregó que México ha logrado un liderazgo mundial al establecer un impuesto a las bebidas azucaradas que ha permitido reducir en 6 por ciento el consumo de refrescos en un año.

"Ese es un gran comienzo y otros países de la región como Barbados y Dominica han replicado esta experiencia. Invito a los demás países de la región a establecer impuestos a las bebidas azucaradas siguiendo el exitoso caso de México", apuntó.

Sin embargo, consideró necesario que los gobiernos nacionales deben impulsar medidas para combatir el incremente creciente de los casos de diabetes en el mundo. Recordó que actualmente en el mundo hay 422 millones de personas que están afectadas por esta enfermedad, de las cuales 62 millones se encuentran en las Américas, es decir, que uno de cada 10 habitantes sufre de diabetes.

De acuerdo con el Atlas de la Diabetes, se alcanzarán los 109 millones de personas con esta enfermedad en 2040.

Comentó que en 2015 los gastos de salud para la diabetes en las Américas se estimaron en más de 380 mil millones de dólares y este número podría incrementarse a más de 445 mil millones de dólares en 2040.

"Si no actuamos hoy, la sostenibilidad de los sistemas de salud se verá cada vez más afectada", advirtió.

Carissa Etienne indicó que las personas más pobres y más vulnerables son las más propensas en ser afectadas por la diabetes, por lo que se requiere medidas para que la alimentación saludable sea más barata y más accesible.

Medidas

En ese sentido, señaló que los impuestos sobre las bebidas azucaradas y el etiquetado son elementos que pueden favorecer una mejor alimentación y forzar la industria alimenticia a modificar sus productos para ofrecer alimentos más saludables.

La directora general de la OPS afirmó que lo más preocupante actualmente es que los casos de diabetes de tipo 2, la más común y asociada a la obesidad o el sobrepeso, así como a la falta de actividad física y la mala alimentación, está incrementando a un ritmo sin precedentes y afecta a personas cada vez más jóvenes.

"Esto está estrechamente vinculado al aumento del sobrepeso y la obesidad. La región de las Américas tiene la mayor prevalencia del sobrepeso y obesidad del mundo. Esta tendencia tiene que ver con los cambios en los entornos y estilos de vida, en particular, el consumo de alimentos ricos en calorías y pobres en nutrientes y de bebidas azucaradas unidos a una menor actividad física", dijo Etienne.

Prevención

Por lo tanto, comentó que la prevención contra la diabetes tiene tres pilares: alimentación saludable, actividad física regular y voluntad política de los gobiernos y legisladores para implementar medidas que hagan que la opción saludable sea fácil y accesible para la población.

"La prevención el control de la diabetes requieren de un enfoque de equidad para cerrar las brechas y enfrentar los determinantes de salud. La OPS está trabajando con los países miembros para avanzar hacia la cobertura y el acceso universal de salud", expuso.

A su vez, el secretario de Salud de México, José Narro Robles, comentó que el año pasado 90 mil personas murieron en el país por diabetes, mientras que un millón y medio de mexicanos sufren de esta enfermedad.

"Este es un desafío que amerita una estrategia integral, pero que no depende sólo de las estructuras gubernamentales. Es una estrategia que reclama centralmente, como muchos otros asuntos de la salud, de la participación de otros actores fundamentales como académicos, trabajadores de la salud y principalmente de la sociedad", dijo.