Riqueza minera de Venezuela se vuelve foco de infección de Malaria por su mal manejo

Los importantes recursos mineros del sureño estado venezolano de Bolívar, se han convertido en fuente de problemas sanitarios y también políticos, que afectan las relaciones con Colombia.

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En esa entidad se encuentra el denominado Arco Minero del Orinoco, una extensión de casi 112 mil kilómetros cuadrados elevada a la categoría de Zona de Desarrollo Estratégico Nacional por el actual presidente Nicolás Maduro.

Bajo esa superficie se encuentran las riquezas minerales más grandes de Venezuela que consisten en oro, diamantes y coltán, mineral estratégico usado en teléfonos celulares, consolas de video pero también misiles.

La explotación de esas reservas significa una alternativa a la caída de los precios del petróleo, otra riqueza venezolana, pero cuyos precios siguen bajos en relación al nivel de hace apenas dos años.

Para medios oficialistas como Telesur, este proyecto se trata de uno de los 15 motores económicos para enfrentar la guerra económica que sufre Venezuela y, además, salir del modelo rentista petrolero.

A nivel de suelo, en la región se han abierto zonas mineras, que incluyen explotaciones ilegales, y que han constituido un nicho idóneo para la proliferación de mosquitos que portan las bacterias y esporosoitos que causan difteria y malaria.

De acuerdo a los reportes epidemiológicos, en 1961 Venezuela se convirtió en el primer país en eliminar la malaria, o paludismo, de las zonas más pobladas, pero hoy en día es el único donde los casos suben.

El rico estado de Bolívar tiene también el dudoso honor de acaparar la mayoría de los casos de esta enfermedad, con 80 por ciento del total, mientras el restante 20 por ciento afecta a otras entidades venezolanas.

Para expertos, el disparo de infecciones se debe a que las explotaciones mineras han atraído a personas desde otras partes de Venezuela carentes de expectativas económicas, quienes no aplican medidas preventivas sanitarias.

A lo anterior se agregan las condiciones insalubres en que viven, y también, la falta de medicinas para controlar la enfermedad.

La situación se ha vuelto política luego de que presuntamente Colombia prohibió la venta de medicinas para la malaria a Venezuela el pasado 2 de noviembre.

La medida fue conocida la vispera en medio de duros cuestionamientos de Maduro al presidente colombiano Juan Manuel Santos, a quien dijo que la revolución bolivariana lo perseguirá 100 años.

Y en relación a las medicinas, dijo que las comprará en India.

Fuente: Notimex