“Es importante tomar en cuenta que los accidentes viales son un problema de salud pública, aunque también son una de las causas principales de pobreza en las familias. El 35 por ciento de las víctimas mortales por un accidente vial son jóvenes de entre 15 y 29 años; de los cuales el 64 por ciento son ocupantes de vehículos, 27 por ciento peatones, 8 por ciento motociclistas y 1 por ciento ciclistas”, apuntó Recaredo Arias, director general de AMIS.
Cabe resaltar que, la conducción bajo los efectos del alcohol, el exceso de velocidad y los distractores son los factores que más influyen en el número de accidentes viales causados por los jóvenes.
El alcohol reduce la capacidad de reacción de las personas y el riesgo de sufrir un accidente incrementa hasta diez veces. A medida que aumenta la velocidad en un automóvil, se multiplica la gravedad de sus consecuencias, en especial para los usuarios vulnerables de la vía pública: peatones, ciclistas y motociclistas.
La mayoría de los hechos viales son previsibles, y más aún son prevenibles; sin embargo, de acuerdo con estimaciones de AMIS, en el país ocurren alrededor de 2.8 millones de choques al año, de los cuales se estima que 1 de cada 3 genera lesionados que cuestan alrededor de 150,000 millones de pesos al país, es decir, el equivalente al 1.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo con Conapra, los accidentes viales en México y quitan la vida a más de 17,000 mexicanos al año.
Según AMIS, sólo tres de cada diez vehículos que circulan en el país cuentan con un seguro de protección a víctimas de accidentes viales (responsabilidad civil o daños a terceros). “Esto significa que hay un 70 por ciento de probabilidad de que el conductor responsable no tenga cómo transferir los costos para hacer frente a los daños a los afectados, y en la mayoría de las ocasiones quienes terminan cubriendo ese gasto son los propios familiares de las víctimas”, afirmó el director general de AMIS.
Además, siete de cada 10 personas que sufren alguna discapacidad permanente, a consecuencia de un accidente de tránsito, no vuelven a conseguir un empleo bajo las mismas condiciones de productividad económica.
“En promedio un accidente de auto genera gastos alrededor de 25,000 pesos; pero hay casos catastróficos en los que el responsable puede llegar a pagar hasta 4 millones de pesos. Es importante que tomemos conciencia de la importancia de protegernos y cuidar de nuestro patrimonio a través de un seguro con la cobertura básica, que es la de Responsabilidad Civil, cuyo costo, en promedio, puede ser entre los 800 a los 1,500 pesos”, recalcó Recaredo Arias.
El directivo resaltó que México es uno de los pocos países del G20 y de la OCDE que no cuenta con una política pública nacional para proteger a las víctimas de accidentes viales a través de instrumentos financieros para transferir los riesgos, como lo es un seguro de Daños a terceros, y como así lo exhorta la ONU en su plan mundial por el Decenio de la seguridad vial, que está por terminar en 2020 y se proponía reducir a la mitad el número de víctimas viales esperadas, en el mundo. México firmó este compromiso en 2011.
“El seguro obligatorio de protección a víctimas viales no es una cobertura para los automóviles, sino una garantía para proteger a los peatones, usuarios de transporte público, ciclistas, motociclistas y ocupantes de vehículos, quienes están expuestos en algún momento de su traslado”, concluyó Recaredo Arias.