Policía desactiva una carreta bomba en un pueblo del suroeste de Colombia

Temístocles Ortega advirtió desde Popayán, que la bomba estaba compuesta por unos 40 kilos de explosivos montados sobre una carreta que los presuntos rebeldes dejaron frente a la estación policial de Miranda.

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La Fiscalía de Colombia investigan en el lugar donde explotó un coche bomba el pasado 2 de febrero en Villa Rica.

Un grupo de artificieros policiales desactivó una carreta bomba que presuntos guerrilleros de las FARC abandonaron cerca de la estación de la fuerza pública en Miranda, población del departamento suroccidental del Cauca, informaron las autoridades regionales.

Un robot fue utilizado en las tareas de neutralización de la carga explosiva, dijo por teléfono el gobernador del Cauca, Temístocles Ortega, quien destacó que esta actividad les tomó a los expertos unas cinco horas.

Ortega advirtió desde Popayán, la capital departamental, que la bomba estaba compuesta por unos 40 kilos de explosivos que habían sido montados sobre una carreta que los presuntos rebeldes dejaron frente a la estación policial de Miranda.

"Por fortuna quedamos tranquilos", expresó el gobernador al destacar que la exitosa desactivación de la carga, realizada por expertos que trasladaron desde Cali, capital de la región vecina del Valle del Cauca, contó con el robot que utilizaron en la misión.

El comandante de la Policía en el Cauca, el coronel Ricardo Alarcón, dijo a la prensa que los artificieros que transportaban el robot debieron afrontar en la carretera un ataque de supuestos ladrones que buscaban, al parecer, apoderarse del vehículo en el que se movilizaban.

En el intercambio de disparos murió uno de los presuntos asaltantes y otro resultó herido, dijo Alarcón.

El gobernador del Cauca dijo a Efe que la carreta bomba abandonada en Mirada hace parte de la arremetida de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el Cauca, que es uno de los departamentos más conflictivos de la actualidad en el país.

"Es una acción propia de las FARC", insistió Ortega.

Los rebeldes mantuvieron del miércoles al viernes de la semana pasada una escalada de ataques dinamiteros que dejó al menos 19 muertos y 76 heridos en el puerto pacífico de Tumaco y las localidades de Villa Rica, en el Cauca, y de Cajamarca, en la región del Tolima, todas ellas en el suroeste del país.

En otra operación realizada en el centro de Colombia, la Policía Nacional descubrió un escondite en el que presuntos insurgentes de la misma organización tenían almacenadas diez bombonas de gas doméstico cargadas con un explosivo potente conocido como anfo.

Las pipetas fueron halladas en la zona montañosa de Chaguaní, localidad situada unos 121 kilómetros al noroeste de Bogotá, precisó a la prensa el comandante de la Policía en el departamento de Cundinamarca, el coronel Flavio Mesa.

El oficial explicó que las bombonas eran cargas dirigidas que podían ser activadas de manera electrónica, a gran distancia.