El bautizo del príncipe Jorge, un día cargado de simbolismo

En sus tres meses de vida, el príncipe Jorge ya ha dado mucho que hablar. Tan sólo la noticia del embarazo de su madre, la duquesa Catalina, provocó en diciembre de 2012 un terremoto mediático. Y tras su llegada al mundo, el 22 de julio de 2013, el hospital en que nació fue sitiado. Desde entonces, el diario Evening Standard le ha nombrado "la persona más influyente de Londres", al considerarle el "embajador más importante" de la ciudad.

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El príncipe William, Duque de Cambridge y Catherine, Duquesa de Cambridge posando con su hijo el príncipe Jorge durante los primeros días de agosto en el jardín de la casa de la familia Middleton en Bucklebury, Berkshire (Reino Unido).

Aun así, el hijo de Guillermo y Catalina sólo ha sido visto en público una vez, y dormido, cuando abandonó la clínica en que nació. La única foto que se vio a partir de ese momento fue una que le hizo junto a sus padres su abuelo paterno, Michael Middleton.

Este miércoles, al príncipe Jorge le espera su primer gran evento, su bautizo, un día de gran simbolismo para la monarquía británica.

Y es que, si nada cambia, Jorge será algún día rey de Inglaterra. Y con ello, también se convertirá en cabeza de la Iglesia anglicana de Inglaterra. El bautismo correrá a cargo del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, la máxima autoridad religiosa de la Iglesia anglicana.

Durante la ceremonia, que tendrá lugar en la capilla real del palacio de St. James de Londres, se vivirá una escena que no se contempla desde 1894. Un monarca reinante y sus tres sucesores posarán en una misma foto: la reina Isabel II, su hijo y príncipe heredero Carlos, su nieto y tercero en la línea de sucesión Guillermo, y su nieto Jorge. La última vez que ocurrió algo así, hace casi 120 años, fue en el bautizo del que sería el rey Eduardo VIII, en que estuvo presente su bisabuela, la reina Victoria.

Pero la opinión pública tampoco verá mucho del acto, pues sólo están previstas fotos oficiales. Para proteger lo mejor posible a Jorge y mantenerle de momento alejado de la escena pública, el bautizo será un acto privado, y en la celebración que lo acompañará estarán sólo la familia y amigos más cercanos.

Los duques de Cambridge se han salido de la tradición más habitual al escoger para el bautismo de su hijo la capilla del palacio de St. James. En ella fue velada la princesa Diana de Gales tras su muerte, en 1997. Muchos otros miembros de la familia real, como los príncipes Guillermo, Carlos e incluso la reina, fueron bautizados en la capilla del palacio de Buckingham.

El bautizo ha estado rodeado de especulaciones, en primer lugar sobre quiénes serán los padrinos. Muchos esperan que Guillermo y Catalina vuelvan a dar una señal de modernidad y se decanten por amigos de su época universitaria, en lugar de miembros de la familia real. Aunque también se ha barajado que los escogidos sean la hermana de Catalina, Pippa Middleton, y el príncipe Harry.

Sobre este último se centran también los focos: ¿llevará con él al bautizo de su sobrino a su novia, Cressida Bonas? Si la modelo estuviera presente, se avivarían aun más las especulaciones sobre una posible boda en la casa Windsor.