El Pabellón de Ucrania en Expo Dubái, un baluarte solidario contra la guerra

El pabellón de Ucrania en la Expo Dubái se ha convertido en un baluarte de solidaridad con el pueblo ucraniano y en un grito contra la guerra a través de los mensajes manuscritos que cubren sus paredes y que dejan visitantes de todo el mundo que acuden a este evento en los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

25f83d7506d6e97cd48853379d46c95cb0312547miniw.jpg

Un visitante se toma una foto mientras deja un mensaje en contra la guerra en el pabellón de Ucrania de la Expo de Dubái. EFE/Iñigo Álvarez

"Estamos con vosotros" y "Dios bendiga a Ucrania" son los mensajes más comunes entre los miles de coloridas cartulinas que inundan el pabellón, aunque también abundan otros de carácter pacifista, como el clásico “Haz el amor, no la guerra” que se remonta a la década de 1960 y la guerra de Vietnam.

“Estos murales solidarios no fueron una idea del personal o los responsables de comunicación del pabellón, todo comenzó cuando dos niños preguntaron si podían colgar mensajes de apoyo en la pared del pabellón. A continuación muchos adultos les imitaron”, dando inicio a este “pequeño milagro” de una avalancha de notas manuscritas similares, según explicó a Efe Kateryna Moroz, responsable de los espacios expositivos del pabellón de Ucrania

Ahora, a los visitantes se les facilitan cartulinas de colores y rotuladores. Y reciben un lazo azul y amarillo -los colores de la bandera nacional-, para mostrar su apoyo al país que desde el pasado 24 de febrero está siendo atacado por el ejército ruso.

A la entrada del pabellón pueden también hacerse un selfie con una imagen a tamaño natural del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien aparece en un video junto a un mapa asegurando que defenderán la integridad territorial del país y unas fronteras “internacionalmente reconocidas”.

Entre los que quisieron dejar unas palabras de apoyo “en estos momentos tan difíciles para el pueblo ucraniano” está el madrileño José Reina, acompañado de su esposa, quienes tienen a una nuera de origen ucraniano.

También la portuguesa Luisa Costa, llegada desde Porto, quien señaló “sentir muy cerca” el sufrimiento provocado por la guerra, o la británica Laura Shaw, al pedir “que la paz vuelva pronto”.

FUTURO INCIERTO

En el pabellón trabajan unos 40 empleados, casi la mitad de ellos llegados desde Ucrania. Aseguran mantener su compromiso de trabajar hasta final de mes en la Expo, pero expresan su deseo de regresar luego junto a sus familias, que en muchos casos se encuentran refugiadas en países vecinos a Ucrania.

“No podemos saber lo que nos depara el futuro, hay muchas incógnitas” señaló a Efe Maria Yahya, una voluntaria originaria de Kiev. “A veces me siento culpable por estar aquí, pero noto que lo que hacemos es importante” añade mientras reparte materiales entre los visitantes.

REPERCUSIÓN EN LAS EXPOS

En una carta dirigida al secretario general del BIE (Oficina Internacional de Exposiciones), organismo que regula las Expos y que tiene su sede en París, la ministra ucraniana de Economía, Yulia Svyridenko, ha denunciado el “injustificado” ataque de Rusia a su país.

En la misiva, a la que ha tenido acceso Efe, se pide de forma explícita “el cierre del pabellón de Rusia en la Expo 2020” y excluir a este país “de la lista de candidatos a la Expo 2030”.

Ya está previsto que la próxima exposición universal se celebre en Osaka (Japón) en 2025, pero la Asamblea General del BIE tendrá que reunirse para elegir en votación la sede de la Expo 2030, a la que optan Moscú, Roma, Busán (Corea del Sur) y Riad, así como la ciudad ucraniana de Odesa.

Mientras tanto, el pabellón de Rusia -una semiesfera recubierta de tubos de diversos colores- sigue abierto y con un gran trasiego de visitantes que acuden a conocer las aportaciones de los científicos rusos de las que se ha beneficiado la humanidad, con una réplica gigante de un cerebro humano y numerosas exhibiciones multimedia.

“Operamos con total normalidad”, aseguró a Efe uno de los empleados que controlaban el acceso al recinto, que prefirió no dar su nombre.

Esa misma actividad habitual se observaba en pabellones de otros países también afectados por el conflicto, como es el caso de Bielorrusia o Polonia.

La Expo Dubái, convocada bajo el lema “Conectando mentes, creando el futuro”, cerrará sus puertas el próximo 31 de marzo tras seis meses de actividad.

La cifra de visitantes ha superado ya los 16 millones, en el primer evento de este tipo que en un país árabe y el primero con público a nivel global en la etapa pospandemia.