El Parlamento neerlandés insta a los reyes a pagar impuestos sobre la renta

Una mayoría del Parlamento neerlandés ha respaldado una moción para que el actual rey Guillermo Alejandro de Países Bajos, su madre Beatriz y la princesa heredera Amalia, así como sus parejas, paguen impuestos sobre las rentas que reciben del Estado, poniendo fin a una exención constitucional.

1b7e769c35ef5f285f88d2d9b8f5115821c0a992miniw.jpg

El rey holandés Guillermo Alejandro (2-izq) y la reina Máxima (izq), junto con el rey sueco Carl Gustaf (2-der) y la reina Silvia (der), en una mesa redonda sobre cómo construir una Europa sostenible, resiliente y económicamente más fuerte, en Estocolmo.

La moción ha recibido 90 votos a favor (del total de 150 diputados), con el respaldo del liberal de izquierdas D66 (uno de los cuatro partidos de la coalición del Gobierno neerlandés), los socialdemócratas PvdA, la izquierda verde GroenLinks y el ultraderechista PVV, entre otros.

Los liberales (VVD) del primer ministro, Mark Rutte, votaron en contra de la propuesta.

La moción exige al Gobierno que prepare una enmienda constitucional para introducir este cambio en el artículo 40 de la Carta Magna, que recoge la exención de impuestos vigente en la actualidad y que se aplica a la anterior reina Beatriz, a Guillermo Alejandro y a la heredera del trono, Amalia, así como a sus respectivas parejas.

En el caso del rey, este año se trata de una cantidad de 1,007.000 euros en concepto de sueldo, que recibe en una transferencia neta, pero si tuviera que pagar contribuciones a la seguridad social y el impuesto sobre la renta por su asignación, entonces tendría 489.000 euros menos.

Aunque los diputados hayan votado a favor de esta moción, enmendar la Constitución es un proceso bastante complicado y largo, que necesita de nuevos debates y votaciones en el Parlamento y el Senado, en dos ocasiones, con unas elecciones generales intermedias, y la segunda votación debe respaldar la propuesta con una mayoría de dos tercios.

En el presupuesto general para 2023, la asignación total del rey aumentará en 276,000 euros, situándose en los 6.4 millones de euros al año, una subida que ha recibido las críticas de numerosos partidos, especialmente porque muchos ciudadanos enfrentan dificultades financieras debido a la inflación y los altos precios de la energía.