La Cachemira india moderniza el centenario arte de sus célebres alfombras

Las autoridades de la Cachemira india han puesto en marcha un mecanismo basado en códigos QR para la certificación y el etiquetado de las mundialmente famosas alfombras hechas a mano en la región y evitar así las falsificaciones que perjudican a su maltratada economía.

Etiquetas: 

Gracias al popular código de barras que incorporará cada alfombra, cualquier comprador podrá verificar rápidamente con su teléfono móvil la autenticidad del producto, así como comprobar otro tipo de detalles, una medida que ha sido aplaudida por los comerciantes.

“Con la ayuda de la tecnología moderna, podremos estandarizar la originalidad de las alfombras hechas a mano e impulsar las exportaciones de la industria de alfombras de Cachemira en el mercado internacional”, dijeron a Efe funcionarios del Departamento de Artesanía regional.

MOTOR ECONÓMICO REGIONAL

Sumida en un largo conflicto entre la India y Pakistán, la región de mayoría musulmana consta de una capacidad industrial deficiente con respecto al resto del país ante la falta de inversión privada, por lo que las exportaciones de sus centenarias alfombras juegan un papel fundamental para su desarrollo económico.

Reconocidas en todo el mundo por su calidad, estos textiles "se exportan al menos a 25 países", de entre los que Alemania fue el principal receptor en el año fiscal 2020-2021, al importar alfombras por un valor de 1,150 millones de rupias (más de 15.2 millones de dólares), aseguró recientemente el Gobierno en un comunicado.

Emiratos Árabes Unidos (4.7 millones de dólares), Estados Unidos (4.5 millones) y Países Bajos (2.9 millones) fueron el resto de países que mostraron más interés en los textiles cachemires.

ATRAER A LOS JÓVENES

Sin embargo, no parece que estas cifras vayan a replicarse por muchos años, puesto que los propios comerciantes lamentan que las nuevas generaciones cada vez se involucren menos en la elaboración de las alfombras.

Por ello, y ante el temor a que se extinga esta práctica, el Departamento de Artesanía aseguró que están adoptando medidas para involucrar a más gente en el sector.

Una de ellas consiste en incentivar la exportación de estos productos, otorgando a los comerciantes que se registren en el Departamento un 10 % del volumen total de productos de artesanía que se pueda certificar que hayan sido exportados, aclaró en un comunicado.

El reembolso máximo, no obstante, no podrá rebasar los 50 millones de rupias (unos 663,000 dólares), precisó

Además, decidió lanzar junto al Instituto Indio de Tecnología de Alfombras (IICT) de Srinagar una "campaña masiva de concienciación y promoción" para popularizar las alfombras anudadas a mano de Cachemira y tratar de aumentar todavía más su demanda por todo el mundo.

PRÁCTICA CENTENARIA

Fabricadas principalmente en las cercanías de Srinagar, la principal ciudad de la región y otras zonas rurales de Cachemira, las famosas alfombras son una de las obras de artesanía más deseadas.

Según el comerciante de alfombras cachemir Ghulam Hassan, el origen de estos productos textiles data de hace varios siglos, ya que la leyenda "narra que el gobernante de Cachemira en el siglo XV, el sultán Zain-ul-Abedin, trajo a Cachemira a varios tejedores de alfombras de Persia y Asia central para formar a los habitantes locales".

Un pasado que ahora contrasta con la contemporaneidad del código QR, patentado en 1994 por la empresa automotriz japonesa, Denso Wave.

Junto a él, otro comerciante de alfombras local que lleva trabajando más de cuarenta años en el sector, Subhan Chaat, informó a Efe de las particularidades de las alfombras de Cachemira, que están constituidas por lana o seda y constan de una mayor o menor densidad de nudos, tradicionalmente de entre 200 y 900 nudos por pulgada cuadrada de tela, con lo que han alcanzado la excelencia.