"Sicario", que supone para el director de "Incendies" o "Prisoners" su primera opción para acariciar la Palma de Oro, aborda la problemática desde el lado estadounidense de la frontera.
El thriller se centra en una brillante agente del FBI, Emily Blunt, que se embarca en la captura de un capo de la droga en México con dos asesores (Benicio del Toro y Josh Brolin) de las autoridades que trabajan en la sombra y sin atenerse a las normas.
"Todos sabemos cuánta violencia hay allí (en la frontera entre Estados Unidos y México) y, como norteamericano, sé que tengo parte de la responsabilidad sobre ese tema. Y desde lo que yo entiendo, la violencia se cubre. La violencia es horrible, pero si se tapa es más horrible", dijo el director en rueda de prensa, en la que quedó de manifiesto la buena conexión entre actores y director por la continuas bromas que se intercambiaban.
Blunt lamentó, por ejemplo, que el festival hubiese vetado el ingreso a varias mujeres en la alfombra roja por vestir con zapatos planos o con tacones no suficientemente altos y Villeneuve se sumó al debate afirmando que, como muestra de solidaridad, él, del Toro y Brolin iban a acudir hoy con tacones a la alfombra roja.
Regresando a la película, Dennis Villeneuve insistió en que la frontera se ha convertido más que nunca en una zona de sombras. "La película arroja más preguntas que respuestas", insistió.
Brolin, que acaba de anunciar su compromiso con su novia Kathryn Boyd (en el que sería su tercer matrimonio), comentó que conoce a fondo el problema de la droga y la frontera mexicana.
"Hay muchos inocentes implicados, por un tráfico de droga que existe a causa de Estados Unidos", sentenció el actor, que al principio dijo que no al papel. Ahora, tras ver el resultado, se ha dado cuenta de la estupidez que estuvo a punto de cometer, dijo.
Benicio del Toro, que ya ha participado en múltiples películas sobre el mundo de la droga e incluso ha encarnado al capo colombiano Pablo Escobar, asegura ser muy sensible a esta problemática y destacó que su personaje hace algo nuevo para él, que es "esa venganza en la que el fin justifica los medios".
"No creo en lo que hace mi personaje. La justicia la debería traer la ley y el orden, pero la droga es un gran problema en Estados Unidos, en México y en Europa", dijo del Toro, que se alzó con el Oscar por encarnar en "Traffic" a un policía que se convierte en un colaborador de las autoridades estadounidenses.
Villenuve subrayó que la película no es sobre México, sino sobre Estados Unidos. "La realidad está vista desde el punto de vista estadounidense", dijo.
"Hay películas muy poderosas que vienen de México, como "Heli" (de Amat Escalante) que también estuvo aquí (en el Festival de Cannes), pero deberíamos hacer muchas más películas sobre esa realidad", agregó el cineasta.
Y precisamente una de estas películas es "Las elegidas", del mexicano David Pablos, que se ha mostrado en la sección Una Cierta Mirada, la segunda más importante del certamen francés.
Pablos se centra en la prostitución infantil y la trata de personas que se vive en su ciudad natal, Tijuana, una urbe junto a la frontera estadounidenses que se ha convertido en escenario predilecto del crimen organizado.
El cineasta partió de un guión que había escrito el escritor Jorge Volpi, quien el lunes estaba en Cannes apoyando la cinta, aunque compone una historia totalmente nueva, centrada en una familia que se dedica a la trata de personas y la prostitución infantil.
"No deja de fascinarme, de sorprender, cómo la gente justifica lo que hace", dijo Pablos, en cuya propuesta se renuncia a mostrar la violencia explícita como sí hace "Sicario", recurriendo a las impactantes imágenes de cadáveres decapitados o colgados desnudos desde un puente. (DPA)
