Musk y Bezos ganan contratos para crear la próxima nave que pise la Luna

La NASA falló este jueves la adjudicación de tres contratos a Blue Origin, propiedad del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, a SpaceX, compañía del multimillonario Elon Musk, y a Dynetics para construir la primera nave tripulada que llegue a la Luna desde 1972.

La NASA anunció así en su página web las tres empresas que competirán por desarrollar la nave espacial para la próxima misión lunar; siendo Blue Origin la más avanzada en el proyecto, por lo que recibirá 579 millones de dólares, seguida de Dynetics, cuyo contrato es de 253 millones, y SpaceX, que ganará 135 millones.

La aeronáutica Boeing, una de lo contratistas habituales de la agencia, se presentó también al concurso aunque en esta ocasión no fue seleccionada.

"Con la adjudicación de estos contratos, Estados Unidos avanza con el paso necesario para llevar a astronautas en la Luna en 2024, incluido el increíble momento en el que veremos a la primera mujer en poner un pie en la superficie lunar", dijo Jim Bridenstine, administrador de la NASA.

La iniciativa supone un gran avance en el programa Artemisa, con el que la agencia espera enviar en 2024 la primera mujer a la Luna y establecer una presencia humana sostenible en la superficie lunar.

La NASA avanza así en su nuevo plan para llegar otra vez al satélite de la Tierra mediante el uso de dos naves en un mismo trayecto, pues según lo establecido, la aeronave Orion -en fase de pruebas- volaría hasta la órbita lunar, donde los astronautas serían transferidos al aparato construido por una de las empresas hoy ganadoras de la licitación, en el que descenderían hasta la Luna.

Esto supone un cambio en la idea inicial de la organización aeroespacial, que en un principio tenía prevista una parada intermedia en una estación espacial en la órbita lunar, llamada Gateway.

Un plan que, según dicen desde la agencia, sigue en marcha para el largo plazo.

A pesar de todos esto, para que la NASA llegue a la Luna antes de 2024, el Congreso deberá dar el visto bueno al presupuesto que ha presentado la Casa Blanca para financiar el programa, que asciende a 35,000 millones de dólares.