Hoy, los alumnos de las primarias Anexa a la Escuela Normal Veracruzana y Acela Servín ya trabajan con una segunda versión de estos androides.
Con un software programado por estudiantes del Tec, tanto de nivel profesional como de postgrado, así como una plataforma donada por la firma estadounidense Planet National Instrument y un hardware provisto por la danesa LEGO, estos robots enseñan incluso ciencias naturales e inglés “bajo un sistema que permite hacer del aprendizaje algo más natural, capaz de enganchar y motivar al pequeño”, dijo Ponce Cruz.
Este desarrollo, que ya cuenta con una patente, consiste en un robot que se construye con piezas de Lego y que tiene un software al que se cargan ejercicios relacionados con temas como la suma y la resta, los ángulos, las longitudes o las fracciones, entre otros, por medio de un puerto USB.
“Por ejemplo, si se están estudiándolos quebrados, se puede medir el diámetro de la llanta del robot y calcular cuántas vueltas o fracciones de vuelta tiene que dar el dispositivo para alcanzar cierta distancia”, comentó. “El androide las da y el alumno se da cuenta si se cumple ese desplazamiento. En caso contrario el robot no avanza y le dice que intente de nuevo (…) de esta forma, el niño aterriza lo que está aprendiendo en clase”.
El experto aclaró que esta plataforma no “resuelve el problema”, sino que se trata de una herramienta que “ayuda a fomentar el interés en las matemáticas”. Agregó que, tras jugar con estos robots, no sólo han mejorado las competencias de los alumnos de primaria en la materia, “también se han desarrollado habilidades como el trabajo en equipo, el individual y la propuesta de nuevas respuestas a problemas matemáticos”.
La primera entrega de este equipo del Tecnológico de Monterrey demostró ser efectiva para mejorar los resultados académicos de sus usuarios en la prueba ENLACE. “Fue esto lo que nos motivó a seguir mejorando esta herramienta”, recordó el profesor investigador. Así, el grupo logró mejorar “las habilidades del robot para analizar las necesidades del alumno”.
La segunda versión de estos androides utiliza la inteligencia artificial para “detectar de forma más rápida si, por ejemplo, el alumno debe repasar un tema de años anteriores o si podría moverse a tópicos de los cursos siguientes”. Esto se suma a las características con las que su desarrollo ya contaba, como la de permitir la autoenseñanza —es decir, que el niño pueda aprender solo, sin necesidad de un adulto— y el desarrollo de habilidades como el liderazgo.
Por ahora, el equipo del Tec trabaja en alcanzar dos nuevos objetivos. El primero es el de “bajar la plataforma al nivel preescolar” y el siguiente es buscar apoyo para poder expandir su presencia a otras escuelas e incluso otros estados. “Esperamos que el gobierno o las mismas primarias nos conozcan y, así, decidan invertir en nuestros robots”, finalizó Pedro Ponce.