En el sexto anuncio de política monetaria del año, y en línea con la decisión que tomó la víspera Reserva Federal de Estados Unidos, el banco central decidió ubicar la tasa de referencia 8.25 por ciento, nivel no visto desde mediados de 2008, cuando estalló la crisis global más reciente.
Esto, explicó, considerando que se enfrenta un entorno de marcada incertidumbre, en el que el balance de riesgos para la inflación muestra un sesgo al alza y se han materializado algunos que la pudieran afectar, tanto en una perspectiva de corto como de largo plazo.