Boeing suma un tercer año de pérdidas, pero empieza a reponerse de las crisis

Boeing sufrió su tercer año consecutivo de pérdidas en 2021, aunque ha dado señales de empezar a reponerse de la doble crisis que hundió sus cuentas al duplicar las entregas de aviones y registrar un flujo de caja positivo en el último trimestre.

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Fotografía de archivo que muestra el logotipo de Boeing. EFE/Andy Rain

La empresa perdió 4,202 millones de dólares en el conjunto del ejercicio, un 65 % menos que en 2020 —cuando arrojó el mayor déficit de su historia, de 11,940 millones— mientras que su facturación acumulada aumentó un 7 % interanual, hasta los 62,186 millones.

Los tres últimos años no han sido rentables para el principal fabricante de aviones de EE.UU., primero debido a la crisis de los 737 MAX y después la crisis económica derivada de la pandemia de la covid-19, que ha azotado especialmente a los sectores relacionados con el turismo y el ocio.

"Para nosotros, el año 2021 ha supuesto una reconstrucción, ya que superamos obstáculos y alcanzamos hitos clave en nuestras carteras de aviación comercial, defensa y servicios", dijo el consejero delegado de la empresa, Dave Calhoun, que ocupa el cargo desde principios de 2020.

Hace más de un año que Boeing recibió luz verde de diferentes reguladores para poner de nuevo en funcionamiento sus aviones 737 MAX, que estuvieron paralizados durante 20 meses mientras se investigaba y arreglaba el fallo técnico que provocó dos accidentes mortales en apenas seis meses.

Esa crisis de los 737 MAX le ha costado a la empresa unos 20,000 millones de dólares, y posiblemente más si se tienen en cuenta los costos de oportunidad, ya que su rival Airbus le ganó terreno mientras intentaba solucionar sus problemas y sigue superando sus ventas de aparatos comerciales.

Boeing ha entregado este 2022 a sus clientes 340 aviones de uso comercial, más del doble que en el año 2020 —la mayor parte, 263, han sido del modelo 737—, pero su recuperación queda ensombrecida por la de Airbus, que ha reportado 611 entregas de aviones en el mismo ejercicio.

No obstante, en el cuarto trimestre del año, la empresa sorprendió a los analistas al registrar por primera vez desde 2019 un flujo de caja positivo, de 494 millones, que refleja "el mayor volumen de aviones comerciales, el aumento de cobros adelantados y la reducción de los gastos".

"Hemos estado centrados sin descanso en la mejora de nuestra situación del flujo de tesorería libre. Ha sido nuestra métrica número uno, y ser capaces de conseguir eso es una buenísima noticia", destacó Calhoun en una llamada para comentar los resultados.

En las cuentas de octubre a diciembre, la compañía tuvo unas pérdidas de 4,143 millones de dólares, la mitad respecto al mismo tramo de 2020, con una facturación trimestral un 3 % más baja, de 14,793 millones, en buena parte debido a los problemas con su avión 787 Dreamliner.

Boeing se anotó una provisión de 3.500 millones derivados de la paralización de entregas del modelo 737 por defectos de producción y aseguró que colabora con el regulador de EE.UU. para "reanudar" la actividad, pero prevé sumar otros 2,000 millones de costes "extraordinarios" hasta finales de 2023.

En el desglose por unidades de negocio, la empresa mantuvo apenas sin variación sus ingresos trimestrales del área comercial (4,750 millones), redujo un 14 % los del área de defensa, espacio y seguridad (5,862 millones) y aumentó un 15 % los del área de servicios globales (4,291 millones).

Los resultados tuvieron una acogida tibia en la bolsa y las acciones de Boeing bajaban un 3.10 % a media sesión en Wall Street. En el último año, se ha revalorizado un 1.92 %.