El crecimiento en 2011 fue más moderado que en 2010, cuando la cifra de negocios se incrementó el 18.5 por ciento, principalmente debido al fuerte aumento de la demanda de los países emergentes.
Asia dio un salto cualitativo y se convirtió en el motor de la subida de estas exportaciones francesas, al aumentar las compras un 29 por ciento hasta los 2,500 millones de euros, lo que la colocó por delante de Estados Unidos.
Europa, por su parte, siguió siendo el principal mercado importador de vinos y licores franceses, con 4,100 millones de euros facturados, un 3 por ciento más que un año antes.
Ese tímido aumento evidencia, a juicio del presidente de la FEVS, Louis Fabrice Latour, las dificultades que está teniendo el sector para "reconquistar" el mercado europeo.
Los vinos con denominación de origen, excluyendo los espumosos, representaron 3,613 millones de euros, un 19.9 por ciento más que en 2010.
Entre las grandes denominaciones de origen, Burdeos reforzó su liderazgo con 1,966 millones de euros en ventas al exterior y un alza del 29.2 por ciento.
Borgoña se situó en segundo lugar con 650 millones de euros (+16.9 por ciento), seguida de Côtes du Rhone con 311 millones (+20.1 por ciento), Valle del Loira con 159 millones (-6 por ciento), Languedoc Rousillon con 135,186 millones (+7.1 por ciento) y Beaujolais con 119 millones (+5.6 por ciento).
Las exportaciones de champán progresaron un 9,3 por ciento hasta 2,132 millones de euros y las de licores un 7.5 por ciento hasta 3,089 millones.