A.Latina y Caribe se proclaman como "zona de paz" al cierre de CELAC

América Latina y el Caribe se proclamaron hoy como "zona de paz", en la última jornada de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) de La Habana, en la que Cuba traspasará la presidencia pro témpore a Costa Rica.

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Cuba, sede de los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), impulsó un texto que establece que las diferencias entre naciones se resolverán "de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación".

La cita de CELAC es la segunda que se realiza desde la institución formal en 2011 de este mecanismo de diálogo, promovido por el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como una instancia propia para la región sin presencia de Estados Unidos y Canadá.

La cumbre concluirá después de dos días de reuniones de los 33 países de la región con la firma de la Declaración de La Habana y de una treintena de resoluciones especiales, entre ellas una de apoyo al proceso de paz colombiano.

El primer documento firmado fue la proclamación del área como una zona de paz, sin referirse en específico al uso de la vía armada para dirimir conflictos interos o demandas políticas, de la cual el ex presidente cubano Fidel Castro, líder de la revolución de 1959, se distanció a partir de los años 90.

El texto reafirma el principio de "no intervenir directa o indirectamente" en asuntos internos de otros países y el respeto del "derecho inalienable" de cada Estado a elegir su sistema político, económico y cultural.

La jornada de cierre comenzó con retraso debido a que algunos de los presidentes acudieron a la inauguración de un museo dedicado a la figura de Chávez en la emblemática fortaleza militar Morro Cabaña en la bahía de La Habana.

El museo está tapizado por dentro con imágenes de Chávez, que murió el 5 de marzo a los 58 años por un cáncer. Fue "un hombre rebelde que supo cortar el tiempo, que supo crear una nueva época", dijo su sucesor, Nicolás Maduro.

La reunión de La Habana fue importante para Cuba como un espaldarazo de América Latina y el Caribe en su deseo de proyectarse como un país integrado a su región, pese al aislamiento impuesto por Estados Unidos con un embargo económico desde hace más de 50 años.

Entre los asistentes estuvieron el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que se mantuvo todo el tiempo con un perfil bajo.

Para algunos países de la región, en especial para los del bloque "bolivariano" aliados a Venezuela, la OEA -donde sí participan Estados Unidos y Canadá- es una antagonista de la CELAC.

La Habana fue también escenario de un encuentro entre la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de su par de Uruguay, José Mujica, enfrentados por una fábrica de celulosa instalada en territorio uruguayo en zona fronteriza y asuntos de comercio bilateral.

Además, en Cuba estaba previsto para hoy el primer encuentro entre el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el peruano Ollanta Humala, después del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que determina que Lima y Santiago deben volver a trazar su frontera marítima.

La disidencia cubana denunció durante la cumbre la detención o retención en sus casas de decenas de activistas y pidió reunirse con las delegaciones.

Sin embargo, sólo fueron recibidos en la sede diplomática de Costa Rica, por el embajador y un delegado de ese país, el disidente Elizardo Sánchez y otra activista. Costa Rica asumirá la presidencia pro témpore por un año y organizará la próxima cumbre en 2015. (DPA)