"Nosotros, los europeos, también los alemanes, debemos hacer más en favor de nuestra propia seguridad, más en favor de la paz y la estabilidad en nuestra vecindad y a nivel mundial", dijo Steinmeier ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
El presidente alemán subrayó que Berlín coincide con Francia, su "socio más cercano", en la necesidad de una "política exterior y de seguridad común fuerte".
"Sólo una Europa fuerte podrá exigir de otros que contribuyan con su parte al orden de paz internacional", insistió Steinmeier, que defendió que únicamente desde esa fuerza los europeos podrán, por ejemplo, buscar la cooperación con China y, a la vez, exigir a Pekín el respeto de los derechos humanos y la ley internacional.
Al mismo tiempo, opinó que el mundo también necesita una "asociación trasatlántica fuerte" y advirtió de que, aunque Estados Unidos esté estableciendo prioridades nuevas, deberían evitarse las "grietas" en la alianza con Europa.
Steinmeier ancló todas estas reflexiones en lo sucedido en Afganistán con la toma del poder por parte de los talibanes tras la retirada internacional.
"Sí, en Afganistán fracasamos en muchos sentidos", admitió el presidente alemán, que pidió no regodearse en ese naufragio, sino aprender de él para que las potencias internacionales puedan seguir desempeñando el papel que deben tener en el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales.
"En Afganistán fracasó un largo compromiso que se cobró numerosas víctimas. Sin embargo, no fracasó una idea. Mi país se siente profundamente vinculado a la idea de la libertad y la democracia; quizá justo porque en Alemania tuvimos que recorrer un largo camino hasta llegar a plasmar esta idea", recalcó.