El Infrascopio 2017: Evaluación del entorno para las asociaciones público-privadas en América Latina y el Caribe, evalúa la capacidad de los países para movilizar la inversión privada en infraestructura a través de las APP. Desarrollado por The Economist Intelligence Unit y financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Infrascopio utiliza un nuevo marco de 23 indicadores para captar los últimos desarrollos de la industria para las APP de infraestructura, incluyendo la sostenibilidad social y medio ambiental, control fiscal y planificación de presupuestos, transparencia y rendición de cuentas, y nuevos instrumentos financieros.
Chile y Colombia empatan en el primer lugar de la clasificación del índice Infrascopio 2017. Estos países tienen más de 25 años de experiencia y los marcos regulatorios están bien desarrollados. Varios países, entre ellos Argentina, Costa Rica y Nicaragua, han desarrollado nuevos marcos legales para las APP en el último año, pero necesitarán tiempo para poner en práctica sus nuevas políticas. Estos países tendrán que probar sus nuevos marcos definiendo una cartera sólida de proyectos y asegurando que alcancen el cierre financiero.
Varios gobiernos también han tratado de mejorar sus marcos de APP estableciendo unidades específicas de APP, lo que hace que el proceso de implementación sea más eficiente. La nueva Secretaría de PPI en Brasil, por ejemplo, se creó en mayo de 2016, y tiene el mandato de coordinar la política de APP y proporcionar apoyo técnico y supervisión de este tipo de proyectos.
El estudio también encontró que, a pesar de la mejora de los entornos regulatorios e institucionales, la transparencia y la rendición de cuentas en el desarrollo de las APP es mejorable. Pocos países revelan completamente la información del proyecto; los que lo hacen pueden proporcionar lecciones para los participantes a través de las diferentes etapas del desarrollo de las APP y ayudar a mejorar la eficiencia general del proceso.
Si bien el clima de la región para la inversión privada en infraestructura se ha fortalecido con el tiempo, las facilidades financieras en apoyo de las APP siguen siendo subdesarrolladas. Los países con mercados de capitales débiles que dependen de instituciones internacionales para financiarlos tendrán que expandir mecanismos alternativos de financiamiento, como bonos verdes o bonos de impacto para el desarrollo, para mantener su acceso al capital.