En una rueda de prensa desde el palacio presidencial de Varsovia, donde se reunió con el primer ministro, Donald Tusk, Duda se quejó de la "ilegalidad" del cese del jefe de la Fiscalía Nacional "sin respetar la ley.
La ley, recalcó, establece que tal acción solo puede producirse previa consulta con el primer ministro y el presidente, y tras su consentimiento expreso por escrito.
Duda se refirió así al caso del jefe de la Fiscalía Nacional, Dariusz Barski, a quien el ministro de Justicia, Adam Bodnar, cesó de su cargo por considerar que su nombramiento, que se produjo cuando el fiscal ya se había jubilado, era ilegal.
Este nuevo desacuerdo de Duda con el Gobierno de Tusk extiende el enfrentamiento entre ambos al ámbito de la Justicia y pone de relieve la crisis institucional que atraviesa el país.
Según el presidente polaco, el ministro Bodnar "ha introducido la anarquía" y "debe restablecer la normalidad de acuerdo a la ley y la Constitución".
Además reclamó "acciones legales" contra el ministro.
Este lunes, Adam Bodnar anunció su intención de separar los cargos de ministro de Justicia y de fiscal general.
Algunos fiscales de la judicatura polaca han anunciado hoy que bloquearán el trabajo del nuevo fiscal general por considerar que su nombramiento es ilegal.
Por otra parte, Duda insistió en la liberación de Mariusz Kamiński y Maciej Wąsik, políticos de la oposición que fueron detenidos la semana pasada cuando se encontraban en el palacio presidencial.
El presidente polaco, que dijo mostrarse "profundamente conmocionado" por el incidente, se refirió a Kamiński y Wąsik como a "los primeros presos políticos de Polonia desde 1989".
"Para evitar una escalada de acontecimientos", anunció "la apertura de un nuevo proceso de indulto" para ellos y exigió al ministro de Justicia que libere a los presos mientras se tramita su orden.