El cierre del caso Palme provoca decepción y dudas en expertos y medios suecos

El cierre 34 años después del caso de asesinato del primer ministro Olof Palme, señalando como autor a un publicista fallecido, ha provocado decepción y dudas en expertos y medios suecos, que consideran sin resolver el trauma nacional.

Etiquetas: 

"Un sospechoso, pero ninguna solución al asesinato de Palme", titula este jueves en portada el conservador "Svenska Dagbladet", mientras el liberal "Dagens Nyheter", principal diario sueco, habla de que siguen sin responder "muchas preguntas".

"El 10 de junio de 2020, Suecia debía tener una opción concreta para superar su trauma nacional y Olof Palme podría descansar en paz. En vez de eso el disparo seguirá resonando y el recuerdo de la incompetencia de la policía se mantendrá", escribe "Dagens Nyheter".

La televisión pública SVT habla a través de un artículo en su página web de "decepción monumental" y "anticlímax" y resalta que ni siquiera se ha establecido un motivo claro ni pruebas técnicas para culpar al publicista y diseñador gráfico Stig Engström.

Lo único probado es que Engström abandonó la oficina, situada cerca del lugar del crimen y donde se había quedado a trabajar hasta tarde, poco antes de que Palme fuese asesinado al salir de un cine con su esposa y sin escolta, y que volvió veinte minutos después.

El llamado "hombre de Skandia", por la aseguradora para la que trabajaba y uno de los testigos del crimen, ofreció explicaciones contradictorias y su vestimenta coincidía con la del supuesto autor.

Su formación militar previa, que tuviese acceso a armas a través de un conocido y su contacto con círculos críticos con Palme, fueron apuntados también por el fiscal, que no presentó pruebas técnicas.

CRÍTICAS DE ANTIGUOS MIEMBROS DEL GRUPO PALME Y FISCALES

A la falta de pruebas apuntan exmiembros del grupo policial que investigó el caso para señalar la endeblez de la tesis del fiscal.

"Nunca nos planteamos que Engström pudiese ser el autor, más bien era un hombre confundido que no sabía qué hacía, alguien que quería parecer más de lo que era. A nadie se le ocurrió imputarlo", declaró hoy Hans Ölvebro, al frente del grupo Palme entre 1988 y 1997.

De opinión similar es Lennart Gustafsson, miembro del grupo Palme 32 años, quien resaltó que Engström no fue considerado sospechoso porque era alguien que quería "hacerse notar, un mitómano".

Muy duro fue también el ex fiscal general Sven-Erik Alhem, quien en declaraciones a SVT considera que señalar a Engström supone una violación de la Convención Europea de Derechos Humanos porque éste no ha tenido derecho a un juicio justo.