Joko Widodo gana las elecciones indonesias mientras el rival impugna los resultados

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, se enfrenta, después de anunciarse hoy su reelección en los comicios, al desafío de su rival el exgeneral Prabowo Subianto que aseguró que impugnará el resultado mientras sus seguidores protestan en las calles.

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La Comisión Electoral (KPU) anunció, un día antes de lo previsto, la victoria de Widodo, conocido popularmente como Jokowi, con el 55.5 por ciento de los votos o 85 millones de un total de 154 millones, frente al 44.5 por ciento de su rival.

Las proyecciones de los comicios celebrados el 17 de abril ya dieron como ganador al actual presidente, que ha conseguido revalidar el mandato de la tercera mayor democracia del mundo.

Como ya hizo con los resultados provisionales, su rival en la contienda presidencial ha rechazado la contundente victoria del carismático y moderado Jokowi y ha conseguido movilizar de nuevo a sus seguidores.

El equipo de Prabowo rechazó hoy firmar el acta de la KPU con los resultados y el exgeneral afirmó horas más tarde que acudiría al Tribunal Constitucional para denunciar fraude electoral, unas acusaciones que ha repetido desde antes incluso de que se celebrasen los comicios.

"Tomaremos medidas legales y constitucionales para defender la soberanía del pueblo, cuyos derechos constitucionales han sido arrebatados durante las elecciones generales de 2019", dijo Prabowo en rueda de prensa desde su residencia en la capital.

Uno de los portavoces del exmilitar, Dahnil Anzar Simanjuntak, añadió que se decidieron por la vía legal tras recibir evidencias de sus votantes de fraude "estructural, sistemático, masivo y brutal", según un comunicado.

Prabowo ya fue derrotado en 2014 por Widodo en unos disputados comicios que impugnó sin éxito en el Tribunal Constitucional y que derivaron a su vez en protestas en las calles.

A pesar de que la Agencia de Supervisión Electoral (Bawaslu) ha descartado irregularidades a gran escala que puedan afectar el resultado de las elecciones o un plan por parte del equipo de Jokowi para cometer fraude electoral, muchos de los seguidores de Prabowo desconfían de su integridad.

Mientras el presidente celebraba su victoria y aseguraba que sería el líder de "todos los indonesios", centenares de seguidores del exgeneral comenzaron a reunirse frente a la sede de Bawaslu en Yakarta escoltados por un impresionante despliegue policial.

El exmilitar de corte nacionalista se ha aliado con los grupos islamistas, que suelen liderar las manifestaciones en su apoyo, para cortejar el voto conservador en el país de mayoría musulmana.

"Yihad constitucional", mostraba hoy una gorra en una tienda improvisada en calle cerca de la sede de la Comisión Electoral.

Una de los manifestantes, que no quiso decir su nombre por miedo a represalias, aseguró a Efe que no cree en la democracia y acusó al Gobierno de "ocultar la verdad" y "manipular el proceso electoral".

Agencias de Naciones Unidas y distintas embajadas como la de España han emitido alertas a causa de las protestas aunque hasta el momento no ha habido altercados.

La Policía ha desplegado unas 32,000 unidades de las Fuerzas de Seguridad y protegido las sedes de instituciones electorales con alambradas de espinos y vehículos y brigadas antidisturbios.

Las autoridades han alertado también del peligro de atentados terroristas durante las manifestaciones y han arrestado a decenas de yihadistas que, según la Policía, planeaban atacar durante las protestas.

Jokowi se impuso en 21 provincias, con holgadas ventajas en zonas de mayoría hindú o cristiana como Bali o Papúa, mientras que Prabowo fue el más votados en otras 13 provincias, con Aceh, provincia que se rige bajo la ley islámica, como uno de sus bastiones.

Las elecciones de la tercera mayor democracia del mundo también sirvieron para elegir al vicepresidente y a cerca de 20.000 candidatos legislativos a nivel nacional, provincial y local.