En un discurso ante los miembros de la Junta de Gobernadores del OIEA, el órgano ejecutivo de la agencia, Grossi cifró el volumen de pagos pendientes en unos 220 millones de euros (235 millones de dólares).
En declaraciones a la prensa en Viena, el director general calificó la situación de "lamentable" y reconoció que está "un poco sorprendido", ya que otras agencias de Naciones Unidas no parecen afrontar ese nivel de impago por parte de sus Estados miembros.
A finales de 2022, el volumen de contribuciones pendientes era de unos 97 millones de euros, mientras que a lo largo de 2023 se ha más que duplicado.
Según Grossi, eso se debe a que algunos contribuyentes grandes del organismo todavía no han enviado a la agencia nuclear sus aportes correspondientes a este año.
"No voy a especular, pero la realidad es que estamos enfrentando una situación muy seria y podríamos tener que detener (nuestras actividades) en un mes si no recibimos el dinero que le deben a la agencia", dijo Grossi en una rueda de prensa en la vienesa sede del OIEA.
Agregó que la última vez que el organismo estuvo en una situación similar fue en el año 1995, mientras que especificó que un 44 % de los 177 estados miembros deben dinero.
El presupuesto anual del OIEA asciende actualmente a 668 millones de euros, lo que hace que los fondos pendientes supongan casi un tercio de lo que necesita la agencia para su funcionamiento.
El principal contribuyente a las arcas del organismo es Estados Unidos, seguido por China, Japón y varios países europeos como Alemania, Francia o Italia.
La Junta de Gobernadores del OIEA se reúne desde hoy en la capital austríaca para analizar, entre otros temas, la situación nuclear en Irán, Ucrania y Corea del Norte, además de asuntos internos de la agencia.