Wanjira Mathai, activista keniana: "Los africanos siempre hemos sido ecologistas"

Para la ambientalista keniana Wanjira Mathai -hija de la primera mujer africana en ganar un Premio Nobel de la Paz (2004), la activista Wangari Maathai- es normal que los movimientos ecologistas estén creciendo en África porque ese respeto por la naturaleza está en el ADN de sus gentes.

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EFE/ World Resources Institute

"Sin duda existe una concienciación medioambiental muy alta. Pero también quiero decir que los africanos, en nuestras tradiciones culturales, siempre hemos sido muy ecologistas. En mi propia cultura, los kikuyu, vivíamos inspirados por la naturaleza, que era la fuente de todo lo bueno", dice Mathai a EFE en una entrevista telefónica.

La activista, de 51 años, mantiene vivo ahora el legado de su madre, una luchadora incansable por la conservación de los bosques y el medio ambiente fallecida en 2011, y colabora en diferentes proyectos y organizaciones para mitigar los efectos de la crisis climática.

Para Mathai, se trata de recuperar "esos valores tradicionales" que han sido "destruidos por el período colonial, aunque mucho sigue ahí", y de "inspirarse en la sabiduría de la gente de la cultura tradicional".

Su trabajo hizo que la revista estadounidense Time la nombrase una de las personas más influyentes de 2023.

Pregunta: Ha llegado muy lejos siguiendo los pasos de su madre. ¿Cómo fue la educación que le dio para estar hoy aquí?

Respuesta: El trabajo que hago ahora no es el mismo que hacía cuando empecé. Trabajé en el sector sanitario en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) y no esperaba que mi regreso a Kenia me causaría pasión y admiración por lo que hacía mi madre. Después de que ella ganase el Nobel, me sumergí aún más y aprendí a ser parte de su legado. Ella creó un movimiento que destaca la conexión entre el medio ambiente, la democracia y la paz, donde todos ellos tienen la misma importancia.

P: ¿Cuáles son los principios más importantes que le enseñó su madre?

R: Ella era toda paciencia. También me enseñó la persistencia, el no rendirse. Y su compromiso. Hay que centrarse y comprometerse con una causa. Tarde o temprano habrá un gran avance. Además, ella era optimista, y yo me considero bastante optimista también.

P: ¿Cuáles son los principales retos medioambientales de África?

R: Uno de los mayores retos es la deforestación. También la agricultura, porque el dónde y el cómo cultivamos también afectan al medio ambiente. En África, tenemos 700 millones de hectáreas disponibles para reforestar, y hay mucho trabajo por delante, pero también debemos cambiar los patrones. África podría albergar los terrenos más saludables del planeta. La selva del Congo, por ejemplo, es extremadamente importante para la estabilidad climática.

P: En la cumbre del clima COP27, celebrada el pasado noviembre en Egipto, la cuestión de los fondos sobre pérdidas y daños fue la más relevante. ¿Por qué es importante esta medida?

R.: Es importante porque la crisis climática está causando mucho sufrimiento y daños a los medios de subsistencia y a la vida. Ahora sabemos cuándo las pérdidas y daños son consecuencia de un fenómeno relacionado con el clima. Y, cuando es así, especialmente en los países vulnerables, que no son responsables de la crisis climática, debe haber una compensación. Por eso se exige a los que más emisiones producen que compensen a quienes sufren innecesariamente.

P: ¿Por qué es necesario que los países más ricos contribuyan en la mitigación de la crisis climática?

R: Porque son ellos los que están impulsando la crisis. El clima está cambiando, las temperaturas están subiendo porque el ser humano provoca emisiones, principalmente desde los países más industrializados. Ahora podemos cuantificarlo. Tenemos una clasificación de los países más emisores.

P: ¿Qué le pediría a los gobiernos frente a la injusticia social provocada por el cambio climático?

R: Una de las cosas más importantes es salvar los bosques. Necesitamos darles protección. Tenemos que asegurarnos de que estén protegidos permanentemente y de que se restauren. Esa es mi primera petición. En segundo lugar, deben invertir en el liderazgo y las empresas locales, y en innovación.

P: Las mujeres se ven más afectadas por la crisis climática. ¿Por qué?

R: Porque la crisis climática afecta a la agricultura, y ellas son las impulsoras de la producción agrícola. Está directamente relacionado. Por ejemplo, en las inundaciones de Pakistán, las personas más afectadas fueron las mujeres y los niños, porque eran ellas las que cuidaban de los niños y las que trabajaban en las granjas.

P: La juventud es un gran foco en sus proyectos. ¿Cuáles son las claves para centrarse en este grupo de población?

R: Los jóvenes son los que sufrirán los peores impactos porque sabemos que en 2050 y 2060 mucha gente no estará allí, pero nuestros jóvenes, sí. La Fundación Wangari Maathai se centra en el compromiso e inspiración de los jóvenes. La organización les enseña a defender lo que creen y a hablar y ser activos en el movimiento climático.

P: ¿Qué cree que diría su madre sobre los retos climáticos actuales y la evolución y medidas que se están tomando?

R: Mi madre siempre fue profética en muchos sentidos. "Debemos proteger la naturaleza porque si no la naturaleza nos devolverá el golpe", decía. Creo que estaría contenta con el hecho de que la gente sigue luchando, pero decepcionada por la velocidad de la acción.