Señaló que el API será implementado para los trabajos más urgentes de limpieza, saneamiento, remoción de escombros y habilitación de la infraestructura básica dañada en la región.
“Eso tiene que cuantificarse, en cuanto se cuantifica éste comité recibe esos listados y se liberan los recursos por parte del fideicomiso”, dijo.
Este, apunto, es un trabajo sistémico, que implica el levantamiento de los daños, y no es sólo decir esta casa se dañó sino que se tiene que cuantificar cuánto cuesta recuperar ese puente o esa carretera o ese paso a desnivel.
Además, continuó, se requiere especificar “no sólo cuánto cuesta sino cuánto costará hacer las mejoras y las adiciones para hacer la mitigación de futuros riesgos”.
“Es decir, para evitar que en un escenario similar en el futuro esta infraestructura se vuelva a ver sometida, y eso requiere un trabajo técnico muy especializado”, indicó.
La funcionaria expresó que “esa es la razón por la que este comité ha acordado 20 días hábiles para la entrega de los resultados de la evaluación” de los daños registrados en Nuevo León.
Refirió que son tres los niveles de recepción de recursos, uno es el apoyo parcial inmediato, que es para los trabajos más urgentes.
“Un segundo tiene que ver con que concluidos los trabajos de evaluación de daños, es decir, a los 20 días que se entregan los resultados ahí se pueden solicitar los anticipos”, dijo.
Estos anticipos, indicó, pueden fluir de una manera previa y luego viene ya la autorización definitiva de la totalidad de los recursos.
Mencionó que para el proceso de reconstrucción conforme a los calendarios, porque las obras no se hacen en dos días, se hacen conforme un avance físico y el avance financiero pues responde a ese avance físico.
De acuerdo a estimaciones del gobierno estatal, tan sólo para la reconstrucción de la infraestructura de las vialidades destrozadas por el huracán se requieren unos 10 mil millones de pesos.