Las acciones de la entidad, la primera de España y una de las más importantes del mundo, se hundieron más de un 11 por ciento a lo largo de la mañana (hora local), un descenso algo superior al descuento al que el banco colocó el jueves 1,200 millones de nuevos títulos a 6.18 euros.
La caída arrastró al conjunto de las empresas del Ibex 35, el índice principal de la Bolsa española, que se hundió más de un dos por ciento al entrar los títulos del Santander. La banca lideró las caídas.
La ampliación de capital del Banco Santander se llevó a cabo a través de una colocación acelerada de acciones entre inversores cualificados. El objetivo era reforzar la entidad y ganar cuota de mercado en los países en los que está presente.
Se trata de la primera gran operación que capitanea Ana Botín, quien tomó las riendas de la entidad en septiembre, tras la muerte de su padre, Emilio Botín. Las nuevas acciones comenzarán a cotizar en Bolsa el 13 de enero.
El banco también dio luz verde el jueves a una nueva política de dividendos, por la que los recorta un 66 por ciento y refuerza el pago en efectivo.
El Santander anunció ayer que prevé cerrar 2014 con un beneficio de 5,800 millones de euros, lo que supondría un 30 por ciento más que el obtenido en 2013.