Según sus palabras, se trataría de una planta de montaje, ensamblaje y pintura de vehículos. Las primeras señales de esta decisión vinieron de Hendrik von Kuenheim, director general de BMW.
"La regulación estatal para las compañías extranjeras con presencia en Rusia cambiará dentro de poco. Eso nos obliga a movernos de lugar para poder continuar con nuestro negocio de manera satisfactoria".
Kuenheim dividió Rusia en zonas tecnológicas y aseguró que aquellas con el suficiente potencial son las regiones de Moscú, Kaluga, Leningrado y Kaliningrado. Desde Múnich parecen haber estudiado todas las opciones y la dirección de BMW cree que la mejor localización para su nueva planta de producción es la de Kalinigrado, en la que impera un régimen económico especial y se premia la inversión extranjera directa.
Desde la compañía se han negado a dar más detalles sobre la planta. "No podemos comentar algo que todavía no ha ocurrido", ha dicho BMW a Forbes.