El país conmemora los 200 años de emancipación de la corona española, un proceso que se inició con el Grito de Dolores el 16 de septiembre de 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo convocó a los mexicanos a la lucha armada.
Como es tradición, el 15 de septiembre, a las 11 de la noche, el presidente de México saldrá al balcón central del Palacio Nacional para hacer sonar la campana de Dolores y recordar el histórico llamamiento a la independencia, en una alocución que siempre concluye con un triple ¡Viva México! y el viva a los héroes de la patria.
Aunque el centro neurálgico de los festejos será la ciudad de México, las actividades se extenderán a los 32 estados; especialmente relevantes serán las de ciudad de Dolores Hidalgo, "cuna de la independencia", en el estado de Guanajuato, por ser el lugar en el que se inició la lucha libertaria.
Allí, a las seis de la mañana del día 16, el presidente Felipe Calderón dará por primera vez un segundo grito, a la misma hora y en el mismo sitio en donde hace 200 años lo hizo el cura Hidalgo.
Las celebraciones no se han programado ajenas a la ola de violencia que vive el país. Así, se han reforzado las medidas de seguridad y suspendido los festejos en algunos lugares, como en el caso de Ciudad Juárez (fronteriza con Estados Unidos), ante el temor a posibles acciones de bandas criminales.
En Morelia, en el centro del país, se vivirán las fiestas con el recuerdo de las ocho personas que fallecieron hace dos años tras el lanzamiento de una granada contra la multitud que celebraba el grito de la independencia.
La ciudad de México contará con un gran despliegue policial por ser el centro de los festejos, que arrancaran en la tarde del día 15 con un desfile de carros alegóricos en el que héroes de la independencia y de la revolución, deidades prehispánicas y distintos elementos del folclore nacional cobrarán vida en monumentales representaciones.
El Zócalo, la principal plaza pública de la capital, será el punto de llegada del desfile, que dará paso a un espectáculo artístico y pirotécnico de cinco horas diseñado por el australiano Ric Birch, famoso por sus coreografías en las ceremonias de apertura y clausura de varios Juegos Olímpicos.
Tres escenarios acogerán conciertos a cargo de artistas mexicanos que se mantienen en secreto, mientras que dos gigantescas figuras bautizadas como el "Árbol de la vida" y "El Coloso" ocuparán el centro de la plaza.
A la par, decenas de imágenes alusivas a la gran fiesta se proyectarán en las paredes de la legendaria catedral metropolitana y un concierto de llamas será el prólogo del histórico "grito de la independencia".
La ceremonia bicentenaria finalizará con una muestra de juegos pirotécnicos que bañarán de luz y colores la plaza y las calles de la histórica avenida de Paseo de la Reforma.
En la mañana del 16 se dará paso en la ciudad de México al desfile militar, realizado cada año en la plaza del zócalo, que esta vez contará con 17 agrupamientos militares de México y 13 de países invitados.
Entre las obras de infraestructuras que han podido concluirse para esta celebración se encuentran las 55 hectáreas verdes pertenecientes al Parque Bicentenario y el monumento de cuarzo de 104 metros de alto denominado "La estela de luz".
También la muestra "México 200 años", la rehabilitación de la sala principal del Palacio de Bellas Artes y el espectáculo "Orgullosamente mexicanos" que visitará las 32 ciudades capitales se unen a los festejos.
Tanto el Bicentenario de la Independencia de México como el Centenario de la Revolución, que también se celebra este año, han supuesto hasta la fecha un costo total de 2,900 millones de pesos (unos 223 millones de dólares) y han requerido de la participación de más de 15,000 voluntarios y artistas, según los organizadores.