"El equipo ha repetido el procedimiento (de extracción de óvulos a las hembras) el 17 de diciembre de 2019 y ha sido capaz de crear un nuevo embrión en Navidades", explicó en un comunicado el equipo de organizaciones y científicos que trabajan en este proyecto.
Tras la muerte del último rinoceronte blanco del norte macho del mundo, Sudán, en marzo de 2018 en la reserva keniana de Ol Pejeta, la especie se consideraba extinta por solo quedar las dos hembras que viven en Kenia.
Sin embargo, el pasado 23 de agosto, un equipo de científicos y veterinarios consiguieron extraer por primera vez en la historia un total de 10 óvulos inmaduros, que fueron enviados a los laboratorios Avantea en Cremona, en el norte de Italia.
Siete de estos diez óvulos -4 de Fatu y 3 de Najin- consiguieron ser fecundados con esperma de dos machos de rinocerontes blancos del norte -Suni y Saut- el 26 de agosto, pero solo dos de Fatu evolucionaron hasta convertirse en embrión.
Se trató de los primeros embriones de este tipo fecundados in vitro en un laboratorio italiano, y un "importante avance" en el intento de salvar a esta especie de la extinción.
Este mismo proceso se ha repetido ahora con la extracción de otros tres óvulos de Najin y seis de Fatu, de los cuales, uno de la primera y cuatro de la segunda fueron fecundados "in vitro".
Ha vuelto a ser uno de los óvulos fecundados de Fatu el que ha conseguido desarrollar un embrión viable, que será también conservado en nitrógeno líquido a la espera de poder ser implantados en una madre subrogada.
El ministro keniano de Turismo y Vida Salvaje, Najib Balala, aseguró en un comunicado que se trata "de una gran victoria para Kenia y sus compañeros, ya que los rinocerontes blancos del norte se enfrentan a la amenaza inminente de la extinción".
Najin y Fatu, los dos últimos ejemplares de rinoceronte blanco del norte que quedan en el mundo, fueron trasladadas a Kenia desde la República Checa en 2009 junto a dos machos, Suni (fallecido en 2014) y Sudán, con la esperanza de que su hábitat natural estimulara la procreación.
Sudán, el último macho superviviente (padre de Najin y abuelo de Fatu), fue sacrificado en marzo de 2018 en Ol Pejeta tras agravarse significativamente las dolencias que sufría.