El coleccionista Mauricio Fernández Garza, quien durante décadas ha recuperado restos en el estado, presentó la exhibición este jueves en un recorrido a medios junto a Adriana Gallegos Carreón, directora general del Museo de Historia Mexicana.
“La exhibición está integrada por 234 especímenes que tienen un interés cultural y científico enorme. Su estudio, que podemos apreciar, nos va a permitir apreciar el ecosistema Cretácico mexicano y específicamente el del área de Vallecillo, en Nuevo León”, detalló la directora.
Mencionó que estos fósiles son parte de la historia del noreste del país y descubren la diversidad biológica que habitó en la región hace 93 millones de años.
“Por su amplia variedad de especies y proceso de fosilización, (la colección) puede ser considerada como única en todo el mundo”, agregó.
Fernández Garza resaltó la colaboración que realizó con la Secretaría de Cultura de Nuevo León para mostrar como pocas veces su colección personal.
“Curiosamente, en el mundo de las exposiciones, las exposiciones de fósiles son las más concurridas porque abre mucho el abanico: no hay broncas (conflictos) sociales, no hay broncas de género, no hay broncas de edad”, dijo.
Añadió que es muy importante esta exposición porque revela como el mar interior cruzaba Nuevo León, luego Texas e iba hasta Canadá.
Añadió que los fósiles marinos que ha recuperado a través de su colección revelan 50 nuevas especies a nivel mundial, de las que los científicos han descrito solo cinco o seis.
“Ese será trabajo para los siguientes 50 o 100 años con investigadores y doctorados”, opinó.
Mencionó que es increíble la riqueza que tiene Vallecillo por su preservación paleontológica, en donde se han encontrado elementos fósiles, desde huesos y conchas hasta tejidos blandos, membranas, tendones, aletas, escamas e, incluso, contenidos estomacales de especies marinas.
“Primero, (resalto) la gran variedad de especies que en Vallecillo se han encontrado y van a salir más. Segundo, que es un lugar que había muy poca oxigenación en el fondo del mar, entonces esto permitió que cuando un animal se moría se iba al fondo del agua, pero no había quien se lo comiera”, compartió.
La coordinación general del proyecto que presenta el Museo del Noreste estuvo a cargo de Ricardo García Govea, con el diseño museográfico de Clara Jazmín Avendaño López y Felipe García Govea.
La investigación científica y selección de los ejemplares es curaduría de los científicos Arturo Homero González, José Manuel Padilla Gutiérrez y Wolfgang Stinnesbeck.