El investigador de la UPV, Jaime Lloret, explicó que el tiempo de reacción es uno de los factores clave en la gestión de emergencias, por lo que reducirlo repercute en que se produzcan menos daños, tanto materiales como humanos.
Para reordenar el tránsito, el sistema usa una red definida por software (SDN) que articula las distintas redes de sensores (redes IoT) y controla elementos de tráfico como semáforos. El sistema opera a partir de datos de semáforos y cámaras de tráfico.
Además de lo anterior, los especialistas definieron un protocolo de comunicación entre el servicio de emergencias, la red y los nodos de la ciudad; dicho documento se complementa con una serie de algoritmos, responsables de trazar la ruta más rápida, evitando zonas conflictivas.
La ruta se calcula haciendo uso de la posición de los distintos recursos de emergencia disponibles. Para ello, utilizan un algoritmo de cálculo de rutas, optimizando tiempos.
La investigadora de la UGR, Sandra Sendra, dijo que una de las principales ventajas de utilizar dicho sistema es la capacidad que otorga utilizar los elementos de tráfico para priorizar la llegada de los servicios de emergencia.
En situaciones extremas, el sistema puede ser utilizado para desviar el tráfico evitando que éste atraviese zonas conflictivas, precisó a través del comunicado.