Es urgente el uso de celulares y tablets en las aulas: expertos

Los alumnos a los que se les prohíbe el uso de teléfonos celulares y tablets en las aulas son menos competitivos frente a los que sí utilizan estos dispositivos como herramientas complementarias para su desarrollo académico, afirmó Paul Lara, experto en futurismo y nuevas tecnologías.

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El periodista explicó que existen alternativas con las que se pueden utilizar los smartphones como auxiliares académicos, como son algunas herramientas que permiten a los docentes tener el control del contenido de las aplicaciones que sus alumnos pueden utilizar en clase, y que además están diseñadas para dar dinamismo a la implementación de los programas académicos.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicados en 2018 señalan que alrededor de 3.7 millones de niños menores de 11 años usan teléfonos celulares y 7.4 millones son usuarios de internet.

En la conferencia “Re Evolucionando la Educación”, impartida en el marco del Encuentro Pinion 2019 —evento de formación y capacitación técnica al que asistieron más de 100 profesores, coordinadores de los distintos colegios que ya implementan el programa de Diseño y Tecnología de Pinion— Lara alertó que “desaprovechar las herramientas digitales para la enseñanza puede aumentar las desigualdades y pone en riesgo la competitividad de los profesionistas del futuro”.

De acuerdo al documento Perspectivas de Habilidades 2019, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la conectividad representa un problema en México, pues sólo uno de cada dos hogares tiene acceso a internet de banda ancha, mientras que menos del 40% de los estudiantes con desventajas económicas cuenta con acceso a computadoras en sus planteles, en contraste con el 70% de los alumnos con mejores condiciones.

Ante este y otros problemas que enfrentan algunos colegios, como la falta de presupuesto para infraestructura, el experto propuso a las autoridades escolares acercarse a las empresas de tecnología que comúnmente ofrecen donativos de computadoras, robots y otros dispositivos indispensables para la enseñanza innovadora.

En la legislación mexicana no existe ninguna restricción del uso de dispositivos móviles en los salones de clase, a diferencia de países como Francia, cuyo Congreso prohibió a mediados de 2018 el uso lúdico de estos artefactos en los colegios.

El aprovechamiento de la tecnología para fines académicos, añadió Lara, “permitirá a los profesionales del futuro obtener las competencias requeridas para cubrir las profesiones que tendrán mayor demanda dentro de pocos años”.

Pronosticó que los perfiles más demandados serán los de científicos de datos, programadores de inteligencia artificial, reparadores de robots y autos eléctricos, creadores de partes del cuerpo, diseñadores de vehículos alternativos, nanomédicos, especialistas en seguridad biométrica, arquitectos del espacio, policías de modificación del clima, así como pensadores, filósofos, artistas y creativos, entre otros.

Numerosos estudios indican que, como consecuencia de elementos clave de la cuarta revolución industrial, como la automatización, la inteligencia artificial, la robótica y el big data, todas las labores susceptibles de ser automatizadas serán realizados por robots; sin embargo, de acuerdo con la Universidad de Oxford, existe una lista de oficios que jamás podrían desaparecer.

Dicha universidad mencionó a trabajadores sociales, coreógrafos, maestros, supervisores de policías, clérigos, gerentes de recursos humanos y científicos de datos como empleados en labores que difícilmente dejarán de ser realizadas por humanos. De ahí la importancia de que los educandos adquieran competencias fundamentales para el futuro.

Por su parte, Rodrigo Assael, director general y fundador de Pinion Education, consultoría en metodologías educativas que transforman las clases de computación tradicional en lecciones de diseño y tecnología, puso acento en la importancia de que generar una evolución en la educación mexicana con la que los estudiantes pasen de ser meros consumidores de tecnología a creadores de ésta.

El experto alertó que el implementar una educación innovadora que integre la tecnología en las aulas es apremiante, pues si no modificamos lo que les enseñamos hoy, al ingresar al mercado laboral, sus perfiles ya estarán obsoletos, debido a que carecerán de los requerimientos mínimos que pedirán de los profesionales del futuro.

Assael puntualizó, los alumnos educados bajo metodologías que integran tecnología, son creativos, curiosos, empoderados (se saben capaces de cambiar su entorno con la tecnología) y poseen habilidades de las disciplinas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) y del pensamiento de diseño.

En su reporte The Future of Jobs 2018, el Foro Económico Mundial pronostica que los especialistas en inteligencia artificial y big data, bioingenieros e ingenieros en robótica, que hoy constituyen un 16% de la base laboral, en 2020 representarán el 27%. Mientras tanto, la labor de profesionales tradicionales, como analistas financieros y contadores, serán sustituidos por algoritmos y su participación pasará de 31 al 21%.

El mismo informe señala que las habilidades que serán más demandadas son el aprendizaje activo, el pensamiento analítico e innovador, la programación, la creatividad y el liderazgo emocional.