Naves espaciales Voyager 1 y 2 cumplen 40 Años en el espacio

Las naves espaciales Voyager 1 y 2, cumplirán 40 años de operaciones y exploraciones en agosto y septiembre, de forma respectiva, informó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

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Cada una de las sondas lleva un disco dorado de sonidos, imágenes y mensajes de la Tierra, estas cápsulas del tiempo podrían ser algún día las únicas huellas de la civilización humana, destacó la NASA.

“Creo que pocas misiones pueden igualar los logros de las Voyager durante sus cuatro décadas de exploración”, indicó el administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas (SMD) de la NASA, Thomas Zurbuchen.

En sus cuatro décadas de exploraciones, las Voyager han establecido diversos récords en sus viajes. Lanzada el 5 de septiembre de 1977, la Voyager 1, en 2012, se convirtió en la única nave espacial en entrar en el espacio interestelar.

En tanto, Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977, es la única nave espacial que ha surcado los cuatro planetas exteriores: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Durante los encuentros planetarios, Voyager 2 descubrió en la luna de Júpiter Io los primeros volcanes activos más allá de la Tierra. Además, de pruebas sobre un océano subterráneo en el satélite Europa de Júpiter.

Así como la atmósfera más parecida al planeta Tierra en el sistema solar, en la luna Titán de Saturno. La luna helada Miranda en Urano. Géiseres fríos y helados en la luna de Neptuno, Tritón.

La agencia espacial estadounidense indicó que a pesar de que las naves se encuentran a cerca de 21.000 millones de kilómetros y 18.000 millones de kilómetros alejadas de la Tierra, de manera respectiva, ambas sondas envían información útil para los científicos.

Voyager 1 viaja a través del espacio interestelar hacia el norte fuera del plano de los planetas, donde comunicó a los especialistas que los rayos cósmicos, núcleos atómicos acelerados a casi la velocidad de la luz, abundan cuatro veces más en su ubicación que en las proximidades de la Tierra.

Lo anterior significa que la heliosfera, el volumen burbujeante que contiene los planetas de nuestro sistema solar y el viento solar, actúa como escudo de radiación para los planetas.

En contraste, Voyager 2 se dirige al sur, donde se espera que en los próximos años entre en el espacio interestelar, a fin de que pueda muestrear el medio de dos lugares diferentes de manera simultánea.

Las diferentes ubicaciones de las sondas permitirán a los científicos comparar mediante instrumentos partículas cargadas, campos magnéticos, ondas de radio de baja frecuencia y plasma de viento solar, de dos regiones del espacio, donde la heliosfera interactúa con el medio interestelar circundante.

Ambas naves espaciales están dotadas con sistemas redundantes que permiten un cambio a los sistemas de reserva de forma autónoma cuando sea necesario, así como fuentes de alimentación duraderas.

Además, cada Voyager cuenta con tres generadores termoeléctricos de radioisótopos, dispositivos que usan la energía calorífica generada por la desintegración del plutonio-238, y sólo la mitad de ella desaparecerá luego de 88 años.

“La tecnología tiene muchas generaciones de antigüedad, se necesita a alguien con experiencia de diseño de los años 1970 para entender cómo funcionan y qué actualizaciones se pueden hacer para que sigan operando hoy y en el futuro”, aseguró Suzanne Dodd, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena.

El equipo científico estima que deberán apagar el último instrumento científico en 2030. Sin embargo, después de esto, las naves continuarán su trayectoria a la velocidad actual, a más de 48.280 kilómetros por hora, para completar una órbita en la Vía Láctea cada 225 millones de años.

Fuente: Notimex