Los contingentes son pertenecientes a cada barrio que conforman esta demarcación, cada uno con usos y costumbres diferentes que ponen en alto la cultura mexicana.
Trajes con lentejuelas, chaquiras, bordados, pinturas, sombreros de paja, de melenas tricolores o de copa son los que distinguen cada personaje que dan vida a los zapadores, zacapoaxtlas, zuavos e indios, así como lo representantes del Ejército francés a quienes llaman zuavos y turcos.
Personajes que salen a las calles a bailar a ritmo de banda, a cantar de alegría y trasmitirla a todos los asistentes quienes están ubicados en gradas o en las vallas que resguardan la calle para evitar que la gente cruce.
Lucen atuendos que pueden alcanzar costos de entre 30,000 y 50,000 pesos (1,474 y 2,456 dólares), adicionando el mosquetón o riflera de pólvora que utilizan y que llegan a costar entre 5,000 y 12,000 pesos (245 y 589 dólares), los cuales son utilizados solo entre los 2 y 4 días que dura el carnaval.
Debido a la contingencia sanitaria que se vive a causa de la covid-19, este año se realizó un desfile alrededor de la plaza principal, donde deleitaron a visitantes locales y nacionales en su mayoría, recordando que en próximos días se dará inicio al calendario católico que dicta la Semana Santa.
TRADICIÓN DE MÁS DE 150 AÑOS
En esta ocasión salieron a las calles cientos de niños y niñas quienes al lado de sus padres comparten el danzar, dándole a conocer a la sociedad en general que ellos serán la nueva generación que mantendrá vida la tradición y costumbre de este carnaval que tiene más de 154 años de antigüedad.
Durante la representación se realizó el robo de la doncella que representa los pecados y la historia de salvación de estos al recuperar sana y salva a la doncella.
El desfile también tuvo presencia de caballos que apoyan a los personas, los cuales representan a los elementos del Ejército Francés que peleó en la batalla del 5 de Mayo de 1852 en Puebla.
Este evento es preparado por los habitantes de Huejotzingo año a año con alegría y algarabía, debido a que aseguran que con esta tradición honran a sus antepasados.
Donato Ortiz Romero, danzante de los Zapadores compartió con Efe que lleva 29 años participando en el carnaval, iniciando cuando apenas era un niño, pero fue algo que le inculcaron sus abuelos y padres para evitar que la tradición carnavalera quedara en el olvido.
“Tenemos cerca de 29 años bailando aquí, nosotros iniciamos bailando desde los 7 u 8 años, es una tradición que es descendencia de nuestros abuelitos, de nuestros papás y año con año venimos a disfrutar este carnaval”, afirmó.
Armando Rojas, danzante originario de Santa María Atexcac, comunidad del municipio anfitrión, compartió que año a año salen a las calles a representar en su mayoría a diablos que simbolizan los pecados y la vida mundana de todos los seres humanos.
Luis Serrano, quien asistió a presenciar el evento, aseguró que se vivi un ambiente único, ya que está lleno de alegría y fiesta lo cual es, sin duda, una emoción indescriptible.
“Estoy viviendo la experiencia de carnaval en Huejotzingo 2022, son emociones enormes, ver cuánta gente se convoca, cuanto disfrutan de bailar, la música, los vestuarios, los colores, risas, alegrías”, aseveró.