"Mi libro recoge las actividad de muchas 'soldaderas' que participaron en el movimiento revolucionario. La gente escucha los corridos y atribuye estas mujeres al imaginario popular. No se les conoce como personajes de la realidad que participaron en la génesis de la revolución", dijo el autor en entrevista con la agencia dpa.
Algunas de ellas fueron Petra Herrera, Altagracia Martínez, Adela Rafaela Velarde y María del Carmen Rubio, cuya leyenda quedó inmortalizada en "corridos" (canciones populares) como "Coronela", "La Adelita", "Valentina" o "Marieta", la que da nombre a la novela.
En las páginas del libro Aguirre (Ciudad de México, 1944) narra, entre otras, la biografía erótico-bélica de Rubio, la llamada "Marieta".
Esta especie de Mata Hari mexicana fue rescatada de un burdel para luego hacerse amante del revolucionario y luego presidente Francisco I. Madero, a cuyos enemigos seducía hasta arrancarles secretos de guerra o política, a base de sexo.
Hermosa, aguerrida y sin prejuicios la figura de esta mujer sorteó el paso del tiempo en una canción que dice "Marieta, no seas coqueta porque los hombres son muy malos. Prometen muchos regalos y lo que dan son puros palos".
Otra de estas "adelitas", como se conoce a las mujeres que formaron parte de la revolución, fue Valentina Ramírez, conocida como "La Valentina", que sedujo al mítico Pancho Villa con su valor y belleza.
"Dicen que Pancho la invitó a comer y que ella exigió una botella de aguardiente", relata la novela. "Villa se mostró inconforme porque es abstemio y detesta a los borrachos. Sin embargo, la Valentina no se arredró". Cuando el revolucionario quiso protestar "se encontró con el revólver de la mujer apuntándole al pecho", dice el libro.
Rastrear la biografía de estas mujeres llevó al también autor de biografías noveladas y novelas históricas como "Isabel Moctezuma", "Hidalgo" y "Leona Vicario" a buscar artículos periodísticos de la época, leer decenas de libros de historiadores y desempolvar textos, cartas y otros documentos en archivos, bibliotecas y otras instituciones.
"Me preocupé no solo por al aspecto bélico, sino por las mujeres que influyeron ideológica e intelectualmente en el movimiento revolucionario", contó el escritor.
Por eso, en su libro (que edita Planeta) "está la impronta de Matilde Montoya, la primera mujer en recibir un título de medicina en México que influye en la formación de hospitales de campaña, o María Sandoval de Zarco, la primera abogada en este país, quien se dedica a defender a las mujeres que tienen rencillas con sus maridos o marcadas por una sociedad que decidía que eran personas no gratas".
Buscando en el sur de México, en la zona de combate del caudillo Emiliano Zapata, el novelista, cuentista y ensayista halló a una mujer apodada "La Tortillera", líder de una cuadrilla de 20 "soldaderas" al servicio de la revolución.
Todas estas mujeres, afirma, tuvieron un papel decisivo en la Revolución Mexicana y sin ellas el México actual no habría sido posible. (DPA)