Una exposición en Nueva York muestra el proceso creativo del muralista mexicano Orozco

Una exposición en la Hispanic Society de Nueva York muestra con una veintena de dibujos el proceso creativo de José Clemente Orozco (1883-1949) para llevar a cabo sus famosos murales, al tiempo que explora sus dotes como dibujante y retratista.

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Fotografía de dos estudios para el mural "Razas aborígenes" y copia del mismo mural de José Clemente Orozco desplegados durante la muestra "Anatomy of a fresco", hoy en la Hispanic Society de Nueva York (EE. UU). EFE/Javier Otazu

"Anatomy of a fresco" reúne principalmente bocetos de algunos de sus grandes murales -"El hombre de fuego", "La epopeya del Nuevo Mundo" o "La cabeza de Quetzalcoatl"- en los que aparece de forma casi obsesiva su interés por la anatomía humana, y particularmente los brazos, que luego trasladaría a sus murales.

El comisario de la exposición, Orlando Hernández, señaló a EFE que esos bocetos sirven para demostrar la pericia artística de Orozco, pero también dan una idea de su regreso casi traumático al momento en que, siendo joven, el artista perdió la mano izquierda, quemada en un accidente en un taller de fuegos artificiales.

Los bocetos se muestran al lado de reproducciones de sus famosos murales, adaptados al espacio de la Hispanic Society, algunos de ellos en México y otros en distintas instituciones de Estados Unidos, un país en el que Orozco probó fortuna al menos en dos ocasiones, para regresar consagrado a su país.

Pero no solo hay bocetos en esta muestra, pues junto a ellos aparecen retratos de distintas mujeres, incluida su hija, en técnicas que van del "gouache" al carboncillo pasando por la tinta china o la plumilla.

Se incluyen, además, dos litografías que John Steinbeck le encargó para su novela "The Pearl" (La perla), una de ellas en plantilla original y otra dentro de una edición original en español, al igual que dos óleos del artista que demuestran su dominio de las distintas técnicas.

Una parte de la exposición consiste en varias fotografías de Orozco en pleno proceso creativo, pintando o encaramado a alguna compleja tramoya desde la que realizaba sus famosos murales.

Todas las obras fueron donadas hace dos años por Michal y Salma Wornick, que han querido así enriquecer la colección de la Hispanic Society y cumplir la doble tarea que se ha marcado la institución: ampliar su colección de arte moderno y abrirse al mundo latinoamericano a partir de un origen exclusivamente español.