El pívot, que se lesionó a mediados de febrero, jugó 17 minutos en su vuelta (todos en la primera mitad) y se le vio todavía falto de ritmo y con mucho trabajo por hacer para recuperar su mejor nivel.
Davis logró 4 puntos (2 de 10 en tiros), 4 rebotes, una asistencia, un tapón y un robo frente a una pérdida.
El regreso de Davis complica aún más la presencia de Marc Gasol en la pista dentro de la cada vez más abultada rotación interior de los Lakers.
El español no jugó esta noche ningún minuto y no ha disputado ninguno de los tres partidos de los Lakers, por decisión técnica o leves molestias, desde que se dislocó el meñique de la mano izquierda el pasado jueves en la derrota frente a los Boston Celtics.
Por su parte, los Mavericks se agarraron a un gran Luka Doncic (30 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) para llevarse un partido muy disputado y con aroma de play-off.
Kristaps Porzingis también estaba jugando un gran encuentro (19 puntos con 6 de 11 en tiros, y 6 rebotes) pero tuvo que abandonar el partido tras torcerse el tobillo en el tercer cuarto.
Los Lakers, que siguen sin poder contar con LeBron James, se mantienen en el quinto puesto del Oeste (35-24), mientras que los Mavericks (32-26) están empatados en la sexta posición de la misma conferencia con los Portland Trail Blazers.
VOLVER A EMPEZAR
Tras haberse perdido 30 partidos, Anthony Davis se puso de nuevo la camiseta de los Lakers y salió decidido a encontrar buenas sensaciones cuanto antes.
No tuvo suerte de primeras: el pívot empezó con un pobre 1 de 6 en tiros, se refugió en la media distancia y no trató de pelear canastas en la zona.
Tampoco empezó con buen pie Luka Doncic, que en menos de cinco minutos ya había sumado su segunda falta y que con eso terminó su presencia en el primer cuarto sin anotar ni un punto.
Kentavious Caldwell-Pope, que acabó siendo el máximo anotador de los Lakers con 29 puntos, encabezó el enérgico arranque de los Lakers (6-14 tras tres minutos).
Pero con Doncic en el banquillo, Kristaps Porzingis tomó las riendas de los Dallas, atacó tanto la pintura como desde el perímetro, y logró 11 puntos en el primer cuarto para darle la vuelta al marcador (31-26).
Como quien se encuentra con deberes con hacer, Doncic afrontó enrabietado el segundo cuarto y, en poco más de cuatro minutos, ya tenía 8 puntos en su haber y también el ritmo del partido en la mano (45-35).
Un triple marca de la casa del esloveno más un tremendo mate de Porzingis dejaron a los Mavericks muy satisfechos al descanso y con la impresión de que habían manejado el encuentro con relativa comodidad (62-51).
El tercer cuarto fue el del intercambio de los parciales.
Primero golpearon los Lakers, que con un 0-11 de salida igualaron el partido ante unos Mavericks desconcertados (62-62 tras dos minutos)
Pero Doncic se puso manos a la obra de nuevo y encabezó un 10-0 para poner las cosas tal y como estaban en el intermedio (72-62).
En ese momento emergió un afilado y habilidoso Dennis Schroder, que en ese cuarto metió 14 de sus 25 puntos en total.
Porzingis se retiró del partido por lesión en el tobillo en la recta final del tercer cuarto, pero Doncic asumió la responsabilidad sin dudas y los locales encararon el último parcial por delante (94-90).
En los minutos decisivos, reservas como JJ Redick en los Mavericks y Montrezl Harrell en los Lakers exigieron su cuota de protagonismo.
Pero un nuevo contraataque de Doncic a falta de cuatro minutos pareció establecer una diferencia ya demasiado pesada para los de púrpura y oro (110-101).
Caldwell-Pope y Schroder lo intentaron hasta el final, pero los Mavericks conservaron la calma y se anotaron una victoria ajustada pero de prestigio a estas alturas de la temporada.
Los Mavericks y los Lakers volverán a verse las caras el sábado en uno de estos extraños dobles enfrentamientos que ha deparado el calendario de la NBA en la pandemia.