La querella, encabezada por los fiscales de California, Xavier Becerra, y Nueva York, Letitia James, asegura que esta fusión valorada en 26.000 millones de dólares perjudicaría a miles de consumidores debido a una menor competencia y dejaría a miles de personas sin empleo.
"Esta fusión perjudicaría a los californianos más vulnerables y daría como resultado un mercado comprimido con menos opciones y precios más altos", dijo Becerra en un comunicado.
Junto a T-Mobile y Sprint, el mercado nacional en Estados Unidos tiene como principales proveedores actualmente a Verizon y AT&T, por lo que el acuerdo supondría solo tres opciones en el mercado.
"Aunque T-Mobile y Sprint pueden prometer un servicio más rápido, mejor y más barato con esta fusión, la evidencia pesa en contra de esto", recalcó Becerra.
El fiscal advirtió que, en conjunto, T-Mobile y Sprint ofrecen servicios de telefonía celular a más de 13 millones de consumidores de California.
Para él, una de las mayores preocupaciones se centra en ciertas áreas del Estado Dorado, donde la participación de mercado de la nueva fusión sería superior al 50 %.
Además, Sprint y T-Mobile tienen altas cuotas del mercado entre las poblaciones de bajos ingresos, advierte la demanda.
El procurador también advirtió que la millonaria fusión dejaría a Sprint y T-Mobile como el mayor proveedor de los servicios móviles de prepago, que están disponibles sin una verificación de crédito.
"Cualquier fusión perjudicaría significativamente a estas comunidades al disminuir la competencia y aumentar los costos para los consumidores", señala el comunicado del procurador californiano.
Por su parte, la fiscal James subrayó que "cuando se trata del poder corporativo, más grande no siempre es mejor".
"Este es exactamente el tipo de 'mega' fusión que perjudica al consumidor y que mata empleos que nuestras leyes antimonopolio fueron diseñadas para prevenir", agregó James.
Los procuradores de Colorado, el Distrito de Columbia, Maryland, Michigan, Misisipi, Nevada, Virginia y Wisconsin -todos ellos demócratas- también se unieron a la demanda, presentada en una corte federal de Manhattan.
Según la demanda, el acuerdo de fusión anunciado en abril de 2018 podría costar a los abonados de ambas compañías al menos 4,500 millones de dólares al año.
Entonces se indicó que la suma de T-Mobile y de Sprint daría lugar a una cifra estimada de 100 millones de clientes, lo que la situaría en segundo lugar en el mercado por detrás del grupo Verizon.
Al margen de esta demanda, el Departamento de Justicia de Estados Unidos todavía analiza este acuerdo entre la tercera y la cuarta compañía de telecomunicaciones del país.