La onza de oro para entrega en agosto se hundió 87.80 dólares (un 6.39 por ciento) y cerró en 1,286.20 dólares, lo que supone que queda por debajo de los 1,300 dólares por primera vez desde septiembre de 2010.
La plata también cayó por el contagio del anuncio de la Fed, que causó hoy repliegues en prácticamente todos los mercados internacionales financieros y de materias primas, y cerró a 19.82 dólares la onza, lo que supone un desplome del 8.32 por ciento.
La caída del metal amarillo en Nueva York siguió a otro similar en Londres, donde la onza perdió hoy un 5.84 por ciento y cerró en 1,292.40 dólares, también su nivel más bajo desde septiembre de 2010. EFE