Explicó que la fortaleza de este tipo de negocio atrae el interés de los inversores, ya que ven en éste el apoyo, capacitación y asesoría del franquiciante, como en el caso de un empresario que abrió una sucursal de El Tizoncito en McAllen Texas.
El director de Administración de esta franquicia, Luis Alberto Del Valle, informó en un comunicado que “El Tizoncito cuenta con tres opciones de franquicia: la taquería tradicional, taquería–restaurante y fast food, lo que le permite atraer una diversidad de inversionistas interesados”.
El directivo destacó que los principales elementos para la internacionalización de la marca son: contar con la certeza legal que garantice la protección a nivel local e internacional, y la capacidad para cumplir con las condiciones fiscales y necesidades logísticas.
Así como elaborar estudios de mercado para conocer las necesidades, e identificar la competencia a la que se enfrentará, y planificar un programa de capacitación de los socios o franquiciatarios, además de realizar proyecciones de crecimiento a corto, mediano y largo plazo en el país a donde se va a incursionar.
De acuerdo con la consultora, más de 150 empresas mexicanas operan de manera exitosa en el exterior, siendo las cadenas de restaurantes y alimentos, las que han tenido mayor impacto en el extranjero.
Datos de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF) señalan que este segmento es uno de los sectores más robustos en México, con crecimientos de al menos 10 por ciento en los últimos años y aporta el 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
