Europa lastró el crecimiento del comercio mundial hasta el 2% en 2012

La desaceleración económica de Europa lastró el ritmo de crecimiento del comercio mundial en 2012 hasta el 2 por ciento (frente al 5.2 por ciento en 2011), según los datos presentados hoy por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que pronosticó que el crecimiento "seguirá siendo lento" en 2013, en torno al 3.3 por ciento.

La OMC destacó en su informe la influencia en la desaceleración de 2012 de "la desaceleración económica en Europa, que ha derivado en la reducción de la demanda mundial de importaciones, "el lento crecimiento de las economías desarrolladas" y "los repetidos episodios de incertidumbre acerca del futuro del euro".

La cifra del 2 por ciento es medio punto inferior a la previsión anterior de la OMC (2.5 por ciento en septiembre de 2012), una desviación atribuida a unos resultados peores de lo previsto por parte de las economías desarrolladas en el segundo semestre del año pasado.

Los países ricos registraron un incremento de las exportaciones del 1 por ciento en 2012 y una reducción de las importaciones del 0.1 por ciento.

En 2012, el valor en dólares de las exportaciones mundiales de mercancías solo aumentó un 0.2 por ciento con respecto al año anterior, hasta los 18.3 billones, mientras que el valor de las exportaciones mundiales de servicios comerciales apenas aumentó un 2 por ciento, hasta los 4.3 billones, con tasas de crecimiento muy dispares entre países.

Por ejemplo, las exportaciones de servicios comerciales de Estados Unidos aumentaron en un 4 por ciento, mientras que las de Alemania se redujeron un 2 por ciento y las de Francia un 7 por ciento, mientras las importaciones registraron descensos acusados en varios países europeos, como Italia (8 por ciento), Francia (10 por ciento), Portugal (16 por ciento) y Grecia (18 por ciento).

La escasa producción y el elevado desempleo en los países desarrollados redujeron las importaciones y el ritmo de crecimiento de las exportaciones en las economías desarrolladas y en desarrollo, indicó la OMC, que aseguró que solo una mejora en las perspectivas en Estados Unidos en 2013 compensaría parcialmente la debilidad de la UE.

La previsión de crecimiento del comercio en un 3.3 por ciento en 2013 es inferior al promedio del 5.3 por ciento de los últimos 20 años y está muy por debajo de la tendencia del 6 por ciento del periodo previo a la crisis.

La OMC alerta de que "persiste un riesgo considerable de deterioro de la situación, centrado en la crisis del euro y el ritmo de contracción fiscal de las economías desarrolladas" y considera que la disparidad de perspectivas económicas entre Estados Unidos y la UE "hacen aún mas inciertas las previsiones" para el año próximo.

Por contra, el crecimiento de China debería seguir siendo más rápido que el de otras economías importantes, a juicio de la OMC, lo que amortiguaría las repercusiones de la desaceleración mundial.

No obstante, "las exportaciones seguirán siendo limitadas por la escasa demanda en Europa", por lo que "el año 2013 parece llamado a ser casi una repetición de 2012, con lenta expansión del comercio y la producción, por debajo de los promedios a largo plazo".

"Los acontecimientos de 2012 deben servir para recordar que las deficiencias estructurales de las economías puestas de manifiesto por la crisis económica no se han subsanado por completo, a pesar de los importantes progresos realizados en algunos sectores", manifestó el director general de la OMC, el francés Pascal Lamy.

"La reparación de estas fisuras debe ser la prioridad para 2013", dijo Lamy, quien agregó que "los intentos de las economías desarrolladas de establecer un equilibrio entre el crecimiento a corto plazo y las limitaciones fiscales cada vez más estrictas han dado resultados desiguales hasta la fecha".

Según el director general de la OMC, "se ha hecho patente la dificultad de lograr una combinación adecuada de políticas", y "sigue sin estar claro hasta qué punto han avanzado las economías en desarrollo en la reducción de su dependencia de la demanda externa".

Lamy alertó de que "mientras persista la debilidad económica mundial las presiones proteccionistas aumentarán y, con el tiempo, podrían llegar a ser abrumadoras", y consideró que "la amenaza del proteccionismo quizá sea mayor ahora que en cualquier otro momento".