Frente al crecimiento del PIB, que incluye las ganancias de las multinacionales, se contrapone la caída del Producto Nacional Bruto (PNB), que se contrajo un 0.4 por ciento durante ese mismo periodo.
El PNB excluye los beneficios de las compañías extranjeras que operan en Irlanda y para muchos analistas es el indicador económico más fiable.
A pesar de la buena marcha del rescate a este país, el pasado junio la CSO anunció que su PIB cayó durante el primer trimestre del año un 0.6 por ciento respecto a los tres meses anteriores, cuando la contracción fue del 0.2 por ciento.
Tras dos descensos trimestrales consecutivos, Irlanda entró en territorio recesivo por primera vez desde 2009, un año antes de que solicitara a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) un programa de ayuda por 85,000 millones de euros.
Entre los factores que han contribuido al crecimiento, la CSO señaló que el "gasto personal" subió un 0.7 por ciento en el segundo trimestre, mientras que el volumen de las exportaciones aumentó en 1,590 millones de euros.
Por contra, en ese mismo periodo se produjo una reducción del 3.4 por ciento y del 1.3 por ciento en la inversión del Estado en infraestructuras y en el "gasto del gobierno", respectivamente.
Respecto al segundo trimestre del año anterior, el "gasto personal" cayó un 1.3 por ciento y el "gasto del gobierno" lo hizo en un 1.7 por ciento, mientras que la inversión pública en infraestructuras subió un 1 por ciento y el volumen de las exportaciones se redujo en 389 millones de euros.
Entre los datos positivos del segundo trimestre del año también destaca el crecimiento del 4.2 por ciento del sector de la construcción, al tiempo que el área "distribución, transporte, software y comunicaciones" subió un 1.4 por ciento.
"Otros servicios", el sector industrial y la "administración pública", señaló el informe de la CSO, experimentaron contracciones del 0.1, 0.3 y del 1 por ciento, respectivamente.