Entre las medidas a adoptar se encuentra el reparto de 50,000 yenes a hogares de bajos ingresos para ayudarles a hacer frente al encarecimiento de la electricidad, el gas o los alimentos, los que vienen experimentando una subida de precios mayor en el actual contexto de encarecimiento energético y de materias primas.
Un tercio de esta nueva partida, unos 1.3 billones de yenes (9,000 millones de euros), se destinarán a financiar hasta final de año los subsidios implementados en enero a los mayoristas de petróleo para suprimir el aumento de los precios del combustible.
De este modo, el paquete económico destinado a adoptar medidas específicas contra el alza de los precios del combustible en Japón se sitúa en unos 3 billones de yenes (20,900 millones de euros).
Tras la aprobación de este nuevo paquete de estímulos, todavía quedan por asignar 1.3 billones de yenes (8.780 millones de euros) de los fondos de contingencia aprobados por el Gobierno japonés en los presupuestos generales de este año para adoptar medidas contra la covid-19 y la inflación.
El índice de precios al consumo (IPC) en Japón subió un 2.8 % interanual en agosto, su mayor incremento desde octubre de 2014, que estuvo motivado por un amento del IVA de tres puntos porcentuales.
El encarecimiento energético, del 16.9 %, volvió a ser el principal impulsor de la subida de precios en el octavo mes de 2022.
En concreto, el precio de la electricidad aumentó un 21.5 % interanual, el del gas se incrementó un 20.1 % y el de otros combustibles se encareció un 18 %.