JPMorgan y Citigroup tiran del carro de la banca de EE.UU. gracias al consumo

JPMorgan Chase y Citigroup anunciaron este lunes unos resultados mejor de lo esperado en los primeros nueve meses de 2019, así como en el último trimestre, en una jornada desigual para la banca de EE.UU. en la que la fortaleza del consumo pudo más que las incertidumbres económicas y uno tipos de interés bajos.

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Por contra, Wells Fargo y sobre todo Goldman Sachs recortaron sus beneficios, entidades inmersas en procesos de reestructuración, si bien los inversores decidieron dar su apoyo a todas la entidades.

En este contexto, JPMorgan Chase, la entidad bancaria más importante de Estados Unidos, anunció este martes que en los primeros nueve meses de su año fiscal 2019 sus beneficios netos crecieron un 10 % hasta 27,911 millones de dólares.

El beneficio neto por acción en los últimos nueve meses llegó a 8.15 dólares, por encima de los 7 dólares del mismo período del año pasado, lo que representa un incremento del 16 %.

Respecto a ese último tercer trimestre del año, el beneficio neto llegó a 9,080 millones de dólares, un 7.7 % más que en el mismo período del año pasado, cuando facturó 8,380 millones

La ganancia por acción fue de 2.68 dólares -los analistas esperaban 2.45 dólares-, frente al beneficio neto por acción de 2.34 dólares del tercer trimestre del año pasado, y los ingresos subieron un 7.1 %, hasta 29,341 millones de dólares.

JPMorgan Chase superó las expectativas de los analistas, sobre todo gracias a la fortaleza de las operaciones de banca de consumo, que ayudaron al banco a mitigar el impacto de unos tipos de interés cada vez más bajos. A dos horas del cierre de la Bolsa de Nueva York, el banco avanzaba un importante 4 %.

El máximo responsable de la entidad, Jamie Dimon, subrayó en un comunicado que con estos datos se certifica que "el consumidor se mantiene saludable con un crecimiento en los salarios y el gasto, combinado con balances sólidos y bajos niveles de desempleo".

"Esto se ve compensado por el debilitamiento del sentimiento empresarial y los gastos de capital, principalmente debido a riesgos geopolíticos cada vez más complejos, incluidas las tensiones en el comercio mundial", apuntó.

Los bancos de EE.UU. están preocupados este año de que la deriva de la Reserva Federal hacia la reducción de los tipos de interés acorte cada vez más los márgenes de ganancias.

La Fed recortó los tipos dos veces en el tercer trimestre para evitar una desaceleración y los bancos advirtieron el mes pasado de que los ingresos netos por intereses se resentirían.

No ha sido el caso de Citigroup, con un beneficio neto de 14,422 millones de dólares en los nueve primeros meses del año, un 5 % más que en el mismo periodo de 2018. La facturación se mantuvo estable, con un ligero incremento este año hasta 55,908 millones de dólares.

En el tercer trimestre de 2019, el tercer banco estadounidense tuvo un beneficio neto de 4,913 millones de dólares, un 6 % más que en esos tres meses de 2018, ayudado por unos impuestos más bajos.

El consejero delegado, Michael Corbat, destacó los resultados obtenidos durante el tercer trimestre a pesar de una "coyuntura impredecible" y destacó el buen hacer del negocio de banca minorista. Pasada la media sesión, el banco subía un 1,8 % en bolsa.

Llamó la atención sobre un aumento del 11 % en los ingresos a través de tarjetas de crédito en EE.UU. y del incremento de los depósitos, tanto a través de canales digitales como tradicionales.

Por su parte, Wells Fargo, la cuarta entidad bancaria de EE.UU., ganó en los nueve primeros meses del año 16,676 millones de dólares, un 2 % más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La entidad obtuvo entre enero y septiembre pasados un beneficio neto por acción de 3.43 dólares, frente a los 3.07 dólares por título del mismo periodo de 2018.

En el tercer trimestre, el banco ganó 4,610 millones de dólares (0.92 dólares por acción), un 26 % menos que un año antes.

El mes pasado, la junta directiva del banco nombró a Charles Scharf como consejero delegado y presidente de la entidad, por lo que finalmente asumirá el lunes el cargo de Tim Sloan.

Wells Fargo se ha visto envuelto en una reestructuración y un escrutinio regulatorio desde 2016, desde que bajo la gestión de John Stumpf los empleados de la entidad crearon millones de cuentas bancarias falsas para cumplir con las cuotas de ventas. Pese a todo, los inversores apoyan a Wells Fargo, que subía un 3 % en bolsa.

El peor papel de la jornada lo protagonizó Goldman Sachs, que en los primeros nueve meses del año su beneficio neto cayó un 17 % respecto al mismo período de 2018, hasta 6,549 millones de dólares, por debajo de las expectativas de los analistas, lastrado por su división de inversiones y préstamos.

La principal firma de banca de inversión e institucional del país señaló que entre enero y septiembre su beneficio neto por acción fue de 16,31 dólares, frente a los 19.21 dólares que tuvo en los primeros nueve meses de 2018, un 15 % menos que cuando ganó 7,921 millones de dólares.

La facturación de Goldman Sachs, por su parte, cayó un 7 % a nivel interanual, hasta alcanzar los 26,591 millones de dólares en los tres primeros trimestres del año.

Respecto al tercer trimestre de 2019, Goldman Sachs tuvo unos beneficios netos de 1,877 millones de dólares, un 26 % menos que en el mismo trimestre del año pasado. La entidad solo avanzaba un 0.12 % en bolsa.