En concreto, el análisis recuerda que el producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea creció un 0.3 por ciento en el segundo trimestre y estima que el crecimiento será aún menor en la segunda mitad del año.
La "economía alemana se desarrolla con una dinámica marcadamente moderada" y "se mantienen significativos riesgos a la baja para la coyuntura", señala el informe.
El documento argumenta que el notable enfriamiento se debe sobre todo a factores externos: a la crisis de la deuda que ha llevado a la eurozona a la recesión y a la desaceleración que están experimentando los principales países emergentes, con China a la cabeza.
El ministerio de Economía sigue de esta manera la línea de los mayores institutos de estudios económicos de Alemania, que en las últimas semanas han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos trimestres.
En su revisión de otoño, los principales institutos económicos han recortado sus previsiones para este año, por debajo del 1 por ciento , y para el próximo ejercicio, que aún así, será a su juicio ligeramente mejor que 2012.