Los "indignados" mantienen el cerco al BCE pese al férreo cordón policial

Los "indignados" alemanes reanudaron hoy el cerco a la sede del Banco Central Europeo (BCE) de acuerdo a la convocatoria "Blockupy" para protestar contra el poder de los bancos, pese a la prohibición de toda manifestación en la zona y el operativo policial establecido en todo el centro de Fráncfort.

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Un activista del movimiento Occupy, crítico con el capitalismo, ordena el campamento de protesta instalado frente a la sede del Banco Central Europeo, en Fráncfort, Alemania, el pasado 2 de mayo.

Varios grupos de manifestantes empezaron a concentrarse a primera hora de la mañana en las inmediaciones de la estación ferroviaria, mientras un férreo cordón antidisturbios protegía tanto la sede del BCE como el resto de posibles objetivos alternativos de los concentrados, como la Bolsa y sedes de los grandes bancos privados.

La policía informó de primeros conatos de sentadas y acciones de bloqueo en un puente sobre el río Meno, mientras varios grupos de centenares de manifestantes trataban de burlar el cerco policial, lo que derivó en algunos encontronazos con los antidisturbios.

Las acciones de protesta arrancaron el miércoles, con varios centenares de manifestantes, y se prolongaron a lo largo de todo el jueves, jornada sin apenas actividad en el centro de Fráncfort por ser festivo en Alemania (día de la Ascensión).

La intención de los manifestantes era mantener su bloqueo durante todo el viernes y hasta el sábado, pero a última hora de ayer fueron finalmente desalojados por los antidisturbios tras reiteradas escaramuzas entre manifestantes y policía.

Para mañana se espera una gran manifestación, convocada a través de Twitter y otras redes sociales, que según los organizadores podría congregar a unos 30.000 participantes.

Las autoridades de Fráncfort han dispuesto un contingente policial de unos 5.000 agentes en previsión de incidentes con los manifestantes, especialmente los denominados "autónomos" o Bloque Negro de radicales dispuestos a la violencia.

Fuentes policiales indicaron que hasta Fráncfort se habían desplazado al menos tres autocares con manifestantes procedentes de Berlín y Hamburgo, entre cuyo pasaje se detectó la presencia de grupos de "autonómos".

El mismo miércoles, el Tribunal Constitucional prohibió tales acciones y recordó que el veto quedaba vigente hasta el viernes para cualquier tipo de protesta en Fráncfort.