Los acuerdos permiten a México mantener su posición privilegiada como principal exportador de azúcar al mercado de Estados Unidos, y al mismo tiempo garantizan volúmenes de exportación similares a los que el país venía exportando desde que se liberalizó el acceso en 2008.
Los precios de referencia acordados con la industria mexicana protegen el ingreso de los cañeros mexicanos, incluyendo a los jornaleros y pequeños propietarios.
Adicionalmente, se aseguró que cualquier necesidad adicional de azúcar en Estados Unidos será ofrecida en primera instancia a nuestros productores, y solamente en caso de que México no cuente con volúmenes suficientes para satisfacer las necesidades adicionales, Estados Unidosabriría cupos a terceros países.
La suscripción de estos acuerdos modifica los términos de los suscritos en diciembre de 2014, y por lo tanto deja sin efectos las revisiones administrativas previamente iniciadas por los peticionarios.
La firma de estos acuerdos confirma la voluntad de México y Estados Unidos para trabajar de manera constructiva para alcanzar acuerdos en beneficio de ambos países.