Según el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el resultado del año pasado fue más modesto que lo inicialmente esperado, en parte a raíz del pobre desempeño de diciembre, cuando hubo una retracción del 3.5 por ciento en la producción de las fábricas.
Fue el peor resultado desde diciembre de 2012, cuando la producción industrial brasileña, afectada por el estallido de la crisis financiera global, registró una caída récord del 12.2 por ciento.
Al anunciar los resultados de 2013, el representante del IBGE, André Macedo, afirmó que la caída del consumo en el segundo semestre hizo aumentar las disponibilidades de productos de las empresas, muchas de las cuales optaron por conceder vacaciones coletivas a sus empleados en diciembre, lo que se reflejó en el desempeño de la industria.
Según Macedo, el rítmo de crecimiento de la producción industrial, que llegó al 2.1 por ciento entre enero y junio, se desaceleró a un 0.3 por ciento en el segundo semestre, como consecuencia del aumento de la tasa básica de interés, de las restricciones al crédito y del aumento en los índices de insolvencia. (DPA)