El Banco de México (Banxico) refiere que los hogares receptores de remesas en México tienden a incrementar su gasto en vivienda y en salud respecto a lo que habrían gastado de no haber recibido dichas transferencias.
Así, agrega, las remesas no sólo tienen un impacto sobre el crecimiento actual, sino también sobre las oportunidades de desarrollo económico y crecimiento futuro a través de mayores inversiones en capital físico (vivienda y bienes durables) y humano (educación y salud).
Esto afecta directamente el bienestar de los hogares, en particular el de aquellos que se localizan en las zonas más rezagadas del país, subraya el instituto central en un recuadro incluido en el “Reporte sobre las economías regionales”, correspondiente al periodo abril-junio de 2018.
Señala que la distribución de los hogares que reciben remesas para cada una de las entidades federativas se puede observar que esta dista de ser homogénea en el país.
Esto, porque la región centro norte concentra la mayor cantidad de entidades con altos porcentajes de hogares receptores de remesas internacionales, seguida por las regiones centro (en donde destaca Guanajuato) y sur (con Guerrero como el estado con el mayor porcentaje de hogares que reciben remesas en esa región).
Sobre el impacto de las remesas en el gasto de los hogares receptores, apunta que los de la región sur dedican una mayor proporción de su gasto al rubro de Alimentación, ya que cuentan con un ingreso promedio menor que el correspondiente a los hogares localizados en otras regiones del país.
En contraste, precisa, la mayor proporción del gasto en Durables y Vivienda se observa en los hogares de la región norte.
Sin embargo, dichos hogares también muestran una menor participación de los gastos en Salud en sus gastos totales, posiblemente por ser la región con la mayor proporción de empleo formal y acceso a servicios de salud, lo que les hace incurrir en menores gastos catastróficos en este rubro.
En lo que se refiere a los gastos en Educación, menciona que los hogares de la región centro destinan un porcentaje de sus gastos a dicho rubro mayor que en el resto de las regiones, y especialmente respecto al sur.
El Banxico expone que dentro de los hogares receptores de remesas, la participación de estas transferencias en el gasto total es muy homogénea entre regiones, en alrededor de 32 por ciento.
No obstante, el monto de las remesas que reciben los hogares de las distintas regiones del país difiere de manera importante en términos absolutos; los hogares receptores de las regiones norte y centro perciben, en promedio, un monto de remesas significativamente mayor que aquellos localizados en las regiones centro norte y sur, comenta.
En su análisis, el Banxico señala que la recepción de remesas tiende a aumentar, en el margen, los gastos relacionados con la vivienda (compra, renta y adecuación de bienes inmuebles) y con la salud en 69.4 por ciento y 104.7 por ciento, respectivamente, en los hogares receptores.
Los resultados indican que la recepción de remesas no influye significativamente en el gasto en educación de los hogares, lo cual puede ser resultado de que una fracción significativamente importante de dichos hogares utiliza el sistema de educación pública.
Otros márgenes de decisión en relación con la formación de capital humano que influyen en su desempeño económico futuro pueden ser influidos por las remesas; por ejemplo la asistencia escolar y el trabajo infantil, agrega.
De manera similar a los resultados obtenidos a nivel nacional, se estima que los hogares receptores de remesas incrementan, en promedio, su gasto en vivienda y salud en todas las regiones del país como consecuencia de dichas transferencias, si bien a tasas diferenciadas.
En particular, refiere, los hogares en el sur que reciben remesas gastan en vivienda 94 por ciento más, en el margen, con respecto a una situación donde no las recibieran, mientras que para la región centro norte dicha variación es menor (63.5 por ciento).
Asimismo, los hogares receptores en la región sur también cuentan con el mayor aumento en el presupuesto en salud como consecuencia de las remesas (112 por ciento), a la vez que el menor efecto se registra en la región centro (99 por ciento).
Finalmente, en el caso de aquellos gastos no considerados en las categorías anteriores, los hogares receptores de todas las regiones, excepto los del centro, muestran reducciones estadísticamente significativas en su presupuesto de entre 7.0 y 8.0 por ciento como resultado de las remesas.