En total fueron 50 casas con pérdida total y 190 viviendas dañadas por el sismo del martes, que requerirán una evaluación para determinar si se derrumban o se reconstruyen. Además, dos iglesias y el palacio municipal presentaron daños importantes en su estructura.
“Vengo de la Ciudad de México, estamos recolectando los escombros, los estamos sacando del punto de derrumbe, ya están escaseando los guantes, necesitamos guantes y cascos para sacarlo”, comentó David Burgos, voluntario.
En coordinación con el Ejército que implementó el Plan DN-III, pobladores y organizaciones de brigadistas ayudan en la remoción de escombros de las viviendas colapsadas.
“Afortunadamente no se presentaron decesos, ahora en víveres estamos bien, lo que requerimos es herramienta para ayudar a escombrar”, declaró Audiel García Linares, contralor interno municipal.
“Hemos tenido muchos voluntarios, nos están ayudando unos chicos, son estudiantes de arquitectura, ellos checan qué tan seguro es; la verdad quien nos ha ayudado más son los voluntarios”, declaró Nayeli César Hernández, vecina de Joquicingo.
“En este caso se perdió la mitad de la casa y todos los enseres porque se le cayó encima el tinaco y como tenía agua se rompió toda la lámina, se va tener que tirar la construcción”, puntualizó.
Las principales calles de la cabecera municipal se encuentran obstruidas por escombros y cintas de seguridad; en las bardas de las viviendas dañadas se pintó la leyenda “Peligro”, para advertir a la población.
“Casi nada rescatamos, todo se aplastó por el temblor, se cayó todo; quiero que me saquen el escombro”, comentó la señora Victoria Benítez, quien tuvo pérdida total en su vivienda.
Parte del gabinete estratégico del Gobierno del Estado y Protección Civil municipal recorre calles para evaluar la mayoría de los domicilios, con el fin de descartar afectaciones que pusieron en riesgo a los pobladores.
“Ahora lo primero es recoger y tirar todo, mañana viene la máquina para tirar todo”, señaló Tomás Urbina Rico, vecino de Joquicingo, con pérdida total de su vivienda.
La mayoría de las escuelas de la cabecera municipal tuvo daños en su estructura, como la secundaria Filiberto Navas Valdés con pérdida total de salones; el Centro de Bachillerato Tecnológico Steve Jobs en 80 por ciento de su estructura; y singnificativos en el Jardín de Niños Melchor Ocampo, en todos los casos los alumnos no podrán regresar a las instituciones.
En la primaria León Guzmán, por ser la escuela menos dañada, se habilitó un albergue donde se atienden a 250 personas, ahí se les brinda alimentos, refugio y atención médica y psicológica, también se les apoya con la valoración de sus viviendas y con despensas.
El Centro Especializado en Atención Primaria a la Salud (Ceaps) presentó daños en algunas bardas por lo que su personal médico y de enfermería se trasladó a al albergue temporal para brindar servicios de salud a la población, así como traslados a hospitales de la zona.
La regidora, Alma Eva Segura, solicitó a la población que envía ayuda, material de limpieza, pañales para adulto y en cuestión de salud pidió insulina para cubrir el padrón de diabéticos en el municipio, y así evitar descompensaciones en su estado físico.
Indicó que los municipios de Lerma, Naucalpan, Ecatepec, Santiago Tianguistenco, Tenango del Valle y Tenancingo, son los que mayor ayuda han enviado a la localidad.
En las principales vías de acceso al municipio, se distinguen caravanas de autos que trasladan ayuda y víveres este y otros municipios afectados como Malinalco, Ocuilan y Tenancingo.